En un galpón de maquinaria pesada el suelo está cubierto de grasa, aceite viejo y residuos imposibles de remover con agua. Hasta hace poco, la solución más efectiva era usar solventes derivados del petróleo: potentes, pero tóxicos y contaminantes. Hoy, una nueva alternativa empieza a ganar terreno: el biodesengrasante vegetal desarrollado por SOYAr, una empresa santafesina que produce biolubricantes, bioaceites e insumos industriales a partir de derivados de la soja.
“Buscamos reemplazar químicos agresivos por productos más efectivos pero biodegradables y no inflamables”, explica Gabriel Maurino, titular de la firma. El biodesengrasante está formulado a base de ésteres metílicos de aceite de soja, combinados con tensioactivos y aditivos ecológicos. El resultado: un líquido capaz de disolver grasa industrial y suciedades complejas sin afectar la salud de los operarios ni dañar el ambiente.
El producto ya se está usando en fábricas de alimentos, plantas metalúrgicas, talleres mecánicos y establecimientos agropecuarios, donde se busca una limpieza profunda sin riesgo de toxicidad ni residuos peligrosos. Además, se produce en la misma planta donde se elaboran biograsas lubricantes y bioaceites, cerrando un ciclo de economía circular agroindustrial.
Desde SOYAr destacan que este tipo de productos responden a una demanda creciente de soluciones reales: "Lo que antes era solo subproducto, hoy vuelve al sistema como insumo de alto valor", señalan. El biodesengrasante es ultraconcentrado y listo para usar.
En un contexto donde muchas compañías hablan de sustentabilidad, en el interior productivo se fabrican soluciones concretas.
Gabriel Maurino, titular de SOYAr
Teléfono: 336 4630483
Mail: [email protected]
Web: www.soyar.com.ar
