Los oftalmólogos hemos redescubierto últimamente la importancia de la lágrima en el funcionamiento del ojo, en confort y calidad visual. Sensación de arenilla, ardor, picazón, ojos rojos, excesivo lagrimeo son síntomas de ojo seco que afectan a la población en forma creciente.
Mayoritariamente se produce por evaporación de la lágrima debido al uso creciente de tablets, computadoras y teléfonos que disminuyen a su quinta parte el parpadeo normal responsable de restablecer la lágrima. También la edad, contaminación, climas secos o ventosos son factores importantes. Las glándulas de Meibomio son responsables de generar los lípidos que evitan la evaporación de la lágrima, nosotros trabajamos en su estimulación, buscamos una solución al problema, no paliativos.
Las formas más habituales de mitigar estas molestias han sido el uso permanente de gotas, en muchos casos, insuficientes, que generan dependencia, insatisfacción y un costo altísimo. Los colirios deben ser reemplazados sin encontrar solución definitiva El procedimiento de luz pulsada y modulada se está realizando con mucho éxito desde hace años en Europa y Estados Unidos, hoy llega al país en Centros Especializados en Ojo Seco.
Realizamos previamente un diagnóstico , la meibografía que nos permite establecer que el mal funcionamiento glandular es el responsable del problema, determinando que el tratamiento será realmente beneficioso. Sin este estudio el resultado es incierto. La estimulación de las glándulas se logra a través de luz pulsada en micro disparos y luz modulada mediante la colocación de una máscara sobre la cara del paciente durante 15 minutos.
Existen distintas marcas de equipos que realizan este tratamiento, luego de diversas experiencias hemos encontrado una de procedencia italiana de la firma Espansione que incorpora todos los pasos mencionados, diagnóstico, luz pulsada y luz modulada. También es la única que no requiere el uso de gel, el procedimiento de remoción del mismo era muy molesto para el paciente.
Esta práctica es indolora, confortable, no requiere ninguna preparación previa, ni cuidados posteriores. Se realiza en un ambiente relajado por un oftalmólogo especializado Se realizan tres sesiones, desde la primera, el paciente encuentra un resultado notable que se incrementa en las dos siguientes.
Los pacientes no pueden creer que un problema que arrastran de tanto tiempo ha sido resuelto con un tratamiento tan corto y sencillo. Vuelven realmente agradecidos. Estos tratamientos no están cubiertos por sistemas prepagos pero el ahorro en colirios supera su costo dado que posteriormente la mayoría de los pacientes no requiere más uso de gotas y encuentra confort permanente.
Siempre imprescindible consultar a su oftalmólogo Titular del Centro de Ojos Masenga -Jefe de Servicio de Oftalmología del Htal. Churruca -Docente de la Universidad de BsAs -Miembro Internacional de la Academia Americana de Oftalmología Mail: [email protected].