GUíA DE SALUD PNT
Lic. Juan Fernando Isoardi

Cuando el cuerpo grita lo que la mente calla

Lic. Juan Fernando Isoardi
Lic. Juan Fernando Isoardi | Lic. Juan Fernando Isoardi

La mente tiene efectos sobre el cuerpo...un ejemplo de ello es la aceleración de nuestro ritmo cardíaco ante una situación de peligro, o cuando nos ponemos colorados de vergüenza. También, hay muchas enfermedades ligadas al factor emocional, donde salud y estrés tienen estrecha relación. Sabemos bien que una lesión en el cuerpo tiene un impacto en nuestro aparato psíquico, y lo mismo sucede a la inversa, ciertos desequilibrios psicológicos impactan en nuestro cuerpo.

Cuando los psicoanalistas nos encontramos con personas que padecen una enfermedad cuya causa y origen es difícil establecer a través de estudios médicos, cuando no hay una bacteria/virus que ingresó al organismo, o cuando un órgano comienza a fallar sin un motivo aparente, buscamos dar cuenta de aquello en el cuerpo, considerándolo como el resultado de ciertos procesos mentales ligados a lo afectivo.

Algo del orden de lo mental se proyecta en el cuerpo, y ocasionalmente se produce un corte en la relación mente-cuerpo, que genera una falta de entendimiento respecto al padecer y a la relación que éste podría tener con algún acontecimiento de naturaleza emocional, se pierde todo tipo de conexión con los pensamientos y emociones.

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En estos casos muchas veces se reduce el padecimiento a una situación concreta, alejada de los afectos y reductible a un diagnostico médico, tal como sucede en la psoriasis, reumatismo, trastornos digestivos (colon irritable, úlceras, gastritis, etc.), y hasta el mismísimo cáncer, donde queda pendiente el porqué de su aparición, y por ende cómo abordar la situación.

Cuando no se pueden procesar ciertos acontecimientos dolorosos y el sujeto se ve superado en el plano mental, se corre el riesgo de proyectarlos en el cuerpo, y existen grandes posibilidades de enfermar (como defensa frente a un dolor psíquico), donde el padecimiento en el cuerpo resulta más “tentador” que aquel alojado en el plano mental. Es por eso que considero fundamental el uso de la palabra, poder nombrar una situación, y dar lugar a sentir aquello silenciado. 

Un componente traumático drenó hacia el cuerpo, y su retorno al plano mental se encuentra restringido. Con esa consideración establecemos el trabajo analítico en el consultorio, implicando al sujeto en su enfermedad, a través de la búsqueda de un sentido a su padecer físico. Se trata de brindar una nueva versión de su malestar, considerando la historia personal, retomando el control perdido de su propio cuerpo y reconectándolo con el plano afectivo.

Buscamos acceder al significado inconsciente de estos síntomas incomprensibles en el cuerpo, donde las causas residen en fondo del sujeto, situación que éste desconoce totalmente. Nuestro trabajo se orienta a volver a enlazar con lo psíquico aquello que ha quedado únicamente corporal, restableciendo el funcionamiento mente-cuerpo quebrado.

Armar conjuntamente con el paciente una teoría acerca de su aparición, que explique aquel síntoma en el cuerpo. Contener la tendencia a la somatización, y habilitar el pensamiento, renovando la esperanza con una lectura de la enfermedad que permita tomar las riendas de su vida, y redefinir el futuro.

Lic. Juan Fernando Isoardi M.N. 66548. [email protected]