Las Enfermedades Respiratorias suelen tener su temporada alta en los cambios de estación y nuestro organismo se ve más predispuesto a contraerlas. Los cambios de estación pueden convertirse en la peor pesadilla para quienes padecen afecciones respiratorias. Es sabido que las condiciones climáticas influyen en los síntomas y en la evolución de quienes sufren enfermedades crónicas como el asma.
Para este tipo de personas, el hecho de inspirar aire frío puede empeorar su salud, no por ser alérgicos al frío, sino por tener vías respiratorias hipersensibles, lo que puede precipitar obstrucción bronquial o broncoespasmo. Cuando hace mucho frío, también es más complicado respirar por la nariz, ya que esta tiende a congestionarse y cuando un asmático respira por la boca aire frío este no logra calentarse antes de alcanzar las vías respiratorias, lo que puede ocasionar más fácilmente un broncoespasmo.
Esto ocurre sobre todo si se realiza ejercicio o entrenamiento físico en condiciones desfavorables. Otra causa que provoca mayor frecuencia de exacerbaciones o crisis es el aumento de la aparición de virosis o infecciones respiratorias.
“Las condiciones ambientales (frío y humedad) predisponen a mayor sobrevida de los gérmenes, dándose también las condiciones para un mayor contagio (por la actividad escolar y laboral en lugares cerrados, poco ventilados y calefaccionados, a donde concurren gran cantidad de personas)”.
Asimismo, cada región de nuestro país tiene problemas climáticos particulares que influyen en los pacientes respiratorios: en la región noreste sucede con la humedad extrema y los cambios de temperatura, en la región noroeste los vientos y el polvo, en el sur la ceniza volcánica, en las grandes ciudades ocurre con la contaminación ambiental y en las áreas rurales con las fumigaciones.
A modo de conclusión, y sabiendo que el clima puede complicar la salud de los pacientes respiratorios crónicos, es importante conocer que “a través de un estricto control, medidas preventivas y la administración de la adecuada medicación se pueden superar las inclemencias del tiempo y mejorar la calidad de vida”.
Siendo considerable también el uso de productos para el tratamiento de las afecciones respiratorias, confiables y seguros, los nebulizadores y aerocámaras SILFAB, son únicos avalados por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), contribuyendo con la eficacia del tratamiento indicado y facilitando el alcance del objetivo terapéutico.