Donald Trump como Dr. Insólito, por Andrew Graham-Yooll.
No es fácil estimar el daño que puede causar el ritmo de un papelón semanal. Las corporaciones no repudian a su jefe de Estado. Encara una política que les es favorable. Eso sí, los dirigentes de esas grandes empresas cierran fuerte los ojos y tapan los oídos cada vez que Donald Trump abre la boca. En el día a día las insólitas metidas de pata no alteran la política de campaña. Hay que sufrir dos años más.
Impacto fácil, información escasa, por Julio Petrarca.
Menudo intríngulis se nos presenta, con el caso del artículo de opinión sin firma publicado por The New York Times, a quienes ejercemos el periodismo en estos tiempos de posverdades y fake news, de juegos y batallas entre medios, de reformulación de preceptos básicos en esta profesión que van quedando superados por el tiempo y la tecnología, de nuevos paradigmas y de conductas colectivas que están revolucionando las relaciones sociales.
Hacer público lo que se le oculta a la ciudadanía, por Nelson Castro.
I am part of the Resistance Inside the Trump Administration (Soy parte de la Resistencia dentro del gobierno de Trump), publicada bajo condición de anonimidad por The New York Times en su columna de opinión ha sacudido al presidente de los Estados Unidos y también al mundo periodístico. A los fines de dar una opinión, es importante leer con atención el encabezamiento del artículo que hace el editor del diario. Dice allí: “The Times está adoptando la poco común decisión de publicar una columna de opinión en forma anónima. Hemos hecho esto a solicitud del autor, un funcionario importante del gobierno de Trump cuya identidad conocemos y cuyo trabajo podría estar en riesgo si se la revelara. Creemos que publicar esta columna en forma anónima es la única manera de difundir una perspectiva importante a nuestro lectores”.