Como miembro de una ONG que se preocupa y ocupa de la mujer en estado de vulnerabilidad que cursa un embarazo inesperado no dudamos que hay vida humana dentro del vientre materno. Pero parece que algunos necesitan imponer esa duda. Porque es imprescindible dudar para que nuestra conciencia colectiva nos permita analizar y promover este proyecto de ley. Pero de las exposiciones del Congreso logramos tener una certeza común. Ambas posturas gracias al debate, en su mayoría, coincidimos en que hay vida humana. Como coincidimos también en que no queremos más muertes maternas.
Pero cuando nos habíamos puesto de acuerdo en ese punto crucial, nos imponen otra duda, porque legisladores, filósofos y juristas, a los que respetamos y en los que confiamos, afirman que sí que hay vida pero, que esa vida no es persona, y que el concepto de persona es una construcción jurídica. Y esa construcción jurídica será la que determine si tiene derecho o no a que se proteja su vida, en igualdad de condiciones con la vida de la mujer.-
Entonces si ese es el planteo, la construcción jurídica del concepto de persona como país ya la hicimos y la ratificamos año tras año.
Para los Argentinos un cigoto o feto es persona desde la concepción porque no solo adherimos a ese concepto jurídico cuando ratificamos la Convención Interamericana de Derechos Humanos (art 1.2 y 4.1) y la Convención de los Derechos del niño haciendo expresa reserva de su art. 1 para que al mundo no le queden dudas de que Argentina protege al niño no nacido, porque la Constitución nacional desde 1994 protege esa vida desde el seno materno (art. 75 inc. 23) con políticas publicas específicas, porque el Código Civil y Comercial en 2015 vuelve a afirmar que la existencia de la persona humana comienza con la concepción (art.19) y amplia los derechos del niño por nacer.-
A nosotros no nos quedan dudas, porque dudar implicaría dejar de proteger al más vulnerable de todos. Pero entendemos los que dudan o prefieren evitar el tema, prefieren que no hablemos de cigoto, ni de feto, ni de bebé, ni de nasciturus, porque en qué tipo de sociedad nos convertiríamos si dedicamos todos nuestros recursos económicos y humanos en proteger los derechos de los hombres y mujeres, de los niños, niñas y adolescentes, de los adultos mayores, del medio ambiente, de los animales, de las mascotas, de los árboles pero dejamos de proteger al que más nos necesita, al que si sus padres o el Estado no defienden nadie podrá hacerlo, porque por su vulnerabilidad como dice nuestro Código Civil y Comercial no tiene capacidad para ejercer por si sus propios derechos. Trabajemos juntos para disminuir la mortalidad materno-infantil. Protejamos a la madre y al hijo. Unamos nuestros esfuerzos. Somos un pueblo solidario, inteligente, creativo, tenaz. Salvemos las dos vidas.
ONG Más Vida Tandil.