TEGUCIGALPA y SANTIAGO DE CHILE.- El acuerdo entre las delegaciones del gobierno de facto de Roberto Micheletti y del mandatario depuesto Manuel Zelaya, que prevé la restitución de éste previo aval del Congreso, entró en vigor este viernes, poniendo punto final a una crisis política de cuatro meses.
"Para efectos internos, el Acuerdo tiene plena vigencia a partir de su firma. Para efectos protocolarios y ceremoniales, se llevará a cabo un acto público de suscripción el día 2 de noviembre", reza el documento al que tuvo acceso la AFP. El texto de cinco páginas, denominado Acuerdo Tegucigalpa-SanJosé-Diálogo Guayamuras (nombre de Honduras antes de la llegada de los españoles), incluye un calendario de aplicación que prevé que "a más tardar el 5 de noviembre" se constituya un gobierno de unidad nacional.
Ayer en Santiago de Chile, donde se encuentra en una visita oficial, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner afirmó que estaba "muy contenta" con el acuerdo logrado en Honduras y anticipó que le gustaría estar en Tegucigalpa en la reasunción del presidente depuesto.
"Me gustaría estar en la asunción de Zelaya: eso sería para mí un honor personal", porque, "significa que todo el esfuerzo culmina con éxito", afirmó Cristina Fernández durante una conferencia de prensa que compartió con su par chilena, Michelle Bachellet en el país vecino.
El "gobierno de unidad nacional" hondureño seguirá presidido por Micheletti hasta que el Congreso Nacional no vote la restitución de Zelaya, para lo que aún no se definió fecha. Actualmente en receso hasta después de las elecciones --previstas para el 29 de noviembre-- todavía se desconoce cuándo se reunirá el Congreso.
No obstante, el abogado Armando Aguilar, de la comisión negociadora de Micheletti, precisó a la AFP que "no tendría sentido que el Congreso se viniera a pronunciar después del 29 de noviembre", fecha anunciada para los comicios.
Después de semanas de arduas negociaciones, la delegación enviada el miércoles por la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, encabezada por su responsable para América Latina, Thomas Shannon, consiguió acercar unas posiciones que parecían irreconciliables. El presidente de facto aceptó la noche del jueves el punto principal del acuerdo, la restitución de Zelaya, previo consentimiento del Congreso, desbloqueando la crisis.
"El Congreso Nacional tomará la decisión de restituir o no al depuesto presidente Manuel Zelaya, conforme lo que establece la Constitución y las leyes hondureñas", dijo a la prensa el presidente del Congreso, Alfredo Saavedra.
Una vez entregado el texto del Acuerdo a la secretaría del legislativo, lo que las comisiones hicieron este viernes, Saavedra tiene que convocar a "la junta directiva y a los jefes de bancada para conocer el contenido" y luego continuar con el procedimiento.
"Es un primer paso para concretar mi restitución, que tendrá que sufrir varios momentos. Yo soy un optimista moderado", declaró Zelaya a la AFP desde la embajada de Brasil, donde se refugia desde que llegó al país clandestinamente el 21 de septiembre. Su restitución en la presidencia "tiene que ser mucho antes de las elecciones para poder validarlas", anticipó Zelaya.
El acuerdo está lleno de limitantes para Zelaya, que ha tenido que renunciar a su pretensión de reformar la Constitución y quien podría ser detenido para responder de los delitos que le acusa la justicia, ya que no se acordó una amnistía.
Dos comisiones que fueron acordadas por ambas partes verificarán el cumplimiento del acuerdo e investigarán los sucesos de antes, durante y después del golpe de Estado, entre otros puntos. Micheletti solicitó a la comunidad internacional que derogue las sanciones contra Honduras y envíe observadores internacionales a las elecciones.
Sin embargo, varios países de la OEA llamaron a la cautela y a no tomar decisiones apresuradas. El acuerdo fue recibido con una cautelosa satisfacción por la comunidad internacional, que luchó con denuedo por restablecer el orden constitucional en Honduras.
Shannon, que abandonó Honduras este viernes, calificó de "héroes de la democracia" a los negociadores y alabó el "liderazgo político de Zelaya y Micheletti", mientras desde Pakistán, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, calificaba al hecho como un "histórico acuerdo".
Fuente: AFP y DYN.