El grupo yihadista Estado Islámico-Khorasan se atribuyó los feroces atentados suicidas de este jueves (26 de agosto) cerca del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul.
El grupo dijo que uno de sus combatientes cruzó "todas las fortificaciones de seguridad" y se acercó a "cinco metros" de las fuerzas estadounidenses antes de hacer detonar su cinturón de explosivos, informó la agencia de propaganda del grupo yihadista Amaq, citada por el SITE Intelligence Group, que monitorea las comunicaciones de grupos yihadistas.
Los ataques ocurrieron durante la operación liderada por Estados Unidos para evacuar a civiles de Afganistán tras la toma de poder de los talibanes. Según un portavoz de los talibanes, el ataque dejó "al menos" 13 a 20 muertos y 52 heridos y un responsable sanitario del gobierno anterior indicó que el balance podría ser de 60 muertos.
Estados Unidos, por su parte, anunció por su lado la muerte de 12 soldados estadounidenses en el aeropuerto y 15 heridos. "Varios civiles afganos también murieron y resultaron heridos en el ataque", dijo el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, en una videoconferencia. "Todavía estamos calculando las pérdidas totales".
El Pentágono amenazó a los terrorista con tomar represalias.
EEUU seguirá con las evacuaciones pese a los ataques al aeropuerto de Kabul
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El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo días atrás que existía un "riesgo agudo y creciente" de ataque en el aeropuerto de Kabul por parte de su rama regional: el grupo Estado Islámico-Khorasan (EI-K o ISIS-K). "Khorasan" es un nombre histórico de la región que incluye partes de lo que actualmente es Pakistán, Irán, Afganistán y Asia Central.
Meses después de que el EI declarara un califato en Irak y Siria en 2014, antiguos talibanes pakistaníes le juraron lealtad y se unieron a otros militantes en Afganistán para formar un capítulo regional.
La dirigencia central del EI reconoció formalmente al grupo un año después de que se instalara en el noreste de Afganistán, en las provincias de Kunar, Nangarhar y Nuristán, y además estableció células en otras partes de Pakistán y Afganistán, incluyendo Kabul, según monitores de la ONU.
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Las últimas estimaciones de su fuerza varían de miles de combatientes activos hasta 500, según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU divulgado en julio.
El grupo, sunita extremista, ha atacado sobre todo a musulmanes que considera herejes, en particular a los chiitas. Hasta ahora, el EI-K reivindicó algunos de los ataques más mortíferos de los últimos años en Afganistán y Pakistán. Masacró civiles en ambos países en mezquitas, santuarios, plazas y hospitales.
En agosto de 2019, reivindicó un atentado contra los chiitas en una boda en Kabul, en la que murieron 91 personas. Además, se sospecha que perpetró en mayo de 2020 en Kabul un ataque que estremeció al mundo. Hombres armados abrieron fuego en la maternidad de un barrio mayoritariamente chiita, donde mataron a 25 personas, entre ellas 16 madres y recién nacidos.
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Enemigos de los talibanes
Aunque ambos grupos son militantes islámicos sunitas de línea dura, también son rivales y difieren en detalles sobre religión y estrategia, y cada uno dice ser el verdadero estandarte de la yihad. En una muestra de su enemistad, los comunicados del EI se refieren a los talibanes como apóstatas.
El EI-K se enfrentó a la represión de los talibanes contra sus disidentes y no pudo extender su territorio, tal y como consiguió hacer el grupo en Irak y Siria y en 2019, el ejército gubernamental afgano, después de operaciones conjuntas con Estados Unidos, anunció que lo derrotó en la provincia de Nangarhar.
Según evaluaciones de Estados Unidos y de la ONU, el EI-K operó desde entonces en gran medida mediante células durmientes en las ciudades para perpetrar ataques mediáticos.
El Estado Islámico fue muy crítico con el acuerdo del año pasado entre Washington y los talibanes que condujo a un pacto para la retirada de las tropas extranjeras, acusándolos de abandonar la causa yihadista. Tras la rápida toma de Afganistán por los talibanes, varios grupos yihadistas en el mundo los felicitaron, pero no el EI.
ds