Antieuropeísta y afín a Thatcher: Viktor Orbán, el invitado estelar de Javier Milei
El primer ministro de Hungría es uno de los referentes de la nueva derecha internacional, un fenómeno que desembarcará en Argentina el próximo 10 de diciembre.
Viktor Orbán, primer ministro de Hungría. |
AFP
Para saber cómo piensaViktor Orbánbasta solamente con ingresar a sus redes sociales. El primer ministro de Hungría se define como un "luchador por la libertad", y no teme a las acusaciones de dictador que le propician por lo bajo sus pares europeos, pese a que gobierna desde hace trece años de manera ininterrumpida. Sus ideas sobre el achicamiento del estado, políticas antiinmigratorias y anti LGTBQ+ lo posicionaron como uno de los ejes de la nueva ultraderecha, un fenómeno de carácter global que aterrizará en Argentina el próximo 10 de diciembre con la asunción presidencial de Javier Milei.
La afinidad entre los dos líderes quedó demostrada poco después del balotaje que catapultó al economista libertario al poder. Orbán no solo fue uno de los primeros en felicitar a Milei por teléfono sino que aceptó la invitación a la ceremonia de traspaso de mando. En caso de concretarse la visita del mandatario húngaro a Buenos Aires, sentará nuevo precedente a nivel regional, luego de haber sido el único europeo en presenciar a la asunción del expresidente brasileño y amigo de Milei, Jair Bolsonaro, el 1 de enero de 2019.
Viktor Orban, primer ministro de Hungría
Afín a Thatcher y anti-LGBT: cómo piensa Victor Orban
"El modelo húngaro es simple y está basado en el sentido común: economía workfare, bajos impuestos, políticas pro-familia e inmigración cero". Así define Orban al "modelo" que impuso en Hungría desde que asumió la jefatura de gobierno en 2010.
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Resentido por varios líderes europeos, el primer ministro no tiene miedo de reivindicar el modelo "neoliberal" de la exprimera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, siendo éste uno de los tantos puntos en común que tiene con el presidente electo argentino.
En esa línea, se destacan las críticas acérrimas al estado de bienestar (welfare) como filosofía para encarar la economía social basada en la solidaridad, tanto que sostiene un modelo antagónico que se sustenta en la responsabilidad individual y la meritocracia.
En el plano social, Orbán mantuvo un discurso "pro familia", en el sentido más conservador de la frase, una postura que consagró con la política antiinmigratoria y la aprobación leyes anti-LGTB+ que fueron duramente cuestionadas por líderes de los países la Unión Europea, el bloque al que Hungría todavía pertenece a pesar de las sanciones en su contra.
Viktor Orbán y Jair Bolsonaro.
"Me avergüenza ver que algunos de mis colegas quieren ganar votos a costa de las minorías", dijo en abril Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo luego de que el Parlamento húngaro aprobara una polémica ley que prohíbe las representaciones gay y trans en los medios de comunicación y contenido escolar.
De la militancia antisoviética al conservadurismo: los inicios de Orban
Viktor Orbán nació en mayo de 1963 en Szekesfehervar, una ciudad a 60 kilómetros al sur de Budapest. De chico fue un alumno brillante, tanto que recibió una beca de la Fundación Soros, y también un talentoso futbolista.
El primer ministro húngaro y Vladimir Putin.
Hacia fines de los ochenta, y en medio del derrumbre la Unión Soviética, Orban empezó a diagramar un nuevo movimiento político junto a sus amigos. Se llamaría Alianza de los Jóvenes Demócratas (Fidesz), el mismo al que después se añadiría la Unión Cívica Húngara. Según los biógrafos de Orban, su anticomunismo surgió durante la época en que prestó servicio militar, a pesar de que su padre era miembro del Partido Comunista.
De ideología liberal, el movimiento juvenil compitió con la Liga de Jóvenes Comunistas y se convirtió más adelante en un partido político. En 1989, Orbán se unió a otros líderes de la flamante oposición húngara junto a decenas de miles de personas para exigirle al régimen soviético que retire sus tropas del territorio húngaro.
Después de que el último soldado soviético abandonara el país en 1991, la política partidaria retomó el protagonismo y con ella los nuevos partidos, como Fidesz, que obtuvo el 9% de los votos en las elecciones. En ese contexto, Orbán impulsó al partido originariamente liberal hacia una tendencia más conservadora, en línea con el contexto
En 1998, Orbán ganó las elecciones y formó un gobierno de coalición. Si bien preparó el terreno para el ingreso de Hungría a la UE y tuvo un mandato "exitoso", perdió las dos siguientes elecciones en manos de los socialistas, hasta regresar al poder en 2010, después de los coletazos de la crisis de las subprime de 2008.
Desde entonces se mantuvo en el poder hasta la actualidad y se convirtió en un referente de la ultraderecha en Europa y es uno de los principales aliados del presidente ruso Vladimir Putin, aislado a nivel internacional desde la invasión de Ucrania.
Orbán gobierna Hungría desde 2010.
El enfrentamiento con la Unión Europea
Las políticas anti minorías del primer ministro húngaro, sumado a su perpetuidad en el poder y el "retroceso democrático", lo enemistaron con la Unión Europea. Se trata de un bloque que se sostiene por valores en común como los derechos humanos o el respeto el estado de derecho. Sus posturas, en tanto, le valieron un bloqueo de los fondos multimillonarios que envía la UE al país, que además mantiene una crítica a la asistencia financiera a Ucrania.
Según Orban, no existe una "identidad europea", a diferencia de lo que sostienen otras potencias como Alemania o Francia, pero sí una una identidad centroeuropea, con la consecuente influencia de Rusia.
