El pronunciamiento por parte de Estados Unidos sobre su postura con respeto a Malvinas recalentó las tensiones entre Argentina y Gran Bretaña. El canciller argentino Héctor Timerman aseguró que la decisión norteamericana "va a ser recibida con gran beneplácito por todo el pueblo latinoamericano" mientras que su par británico, William Hague exhortó hoy al gobierno nacional a "detener los intentos de intimidación" a los habitantes de las islas.
Según informó la agencia DyN, desde Managua, Timerman celebró el comunicado del gobierno de Estados Unidos sobre las islas Malvinas, en el que exhortó a mantener conversaciones en torno de la soberanía del archipiélago.
"La administración de (presidente Barack) Obama ha instado a Gran Bretaña y a la Argentina al diálogo para una resolución pacífica y ha dicho que no reconoce la soberanía británica sobre las Islas Malvinas", dijo Timerman, durante una conferencia de prensa conjunta con el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.
Timerman además agregó que la decisión norteamericana "va a ser recibida con gran beneplácito por todo el pueblo latinoamericano porque es un reconocimiento a una lucha que no sólo es de la Argentina, sino que es de todos los pueblos libres de América Latina".
En tanto, el canciller británico William Hague tuvo duras palabras hacia el gobierno argentino en una nota de opinión del diario conservador The Times.
"Si (el gobierno argentino) quiere realmente que se progrese, debe detener sus intentos de intimidación de la población civil" y aceptar discutir los medios para "trabajar juntos por el interés común en el Atlántico Sur", expresó el ministro y agregó que los malvinenses tienen "derecho a determinar su propio futuro y desarrollar su propia comunidad y economía (...) treinta años después de la invasión argentina".
Hague insistió en su escrito sobre "el derecho inalienable de unos habitantes de las islas a seguir siendo británicos, en nombre de la autodeterminación", según consignan agencias de noticias internacionales.
El canciller sostuvo que muchos habitantes "son la novena generación de británicos que viven en el lugar, y "muchos se dirán de las Malvinas y, luego, británicos".
Además agrego que Londres está a favor de la cooperación con Buenos Aires en áreas como la gestión de la pesca, exploración petrolera o el fortalecimiento de los enlaces marítimos y aéreos entre la archipiélago y el subcontinente latinoamericano.
Por último el funcionario lamentó lo que considera "la óptica menos constructiva de los argentinos" en los últimos tiempos y citó en particular las recientes medidas para "restringir la navegación de los barcos pesqueros de las Malvinas" en el Estrecho de Magallanes, o sus posibilidades de hacer escala en los puertos latinoamericanos.