El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, denunciará la "responsabilidad" del exmandatario Donald Trump por los hechos ocurridos el 6 de enero de 2021, cuando un grupo partidario del dirigente republicano irrumpió en el Capitolio, a través de un discurso que dará este jueves para conmemorar lo sucedido
Según afirmó Jen Psaki, portador del jefe de Estado, "Biden ve el 6 de enero como una trágica culminación de lo que cuatro años de la presidencia de Trump le han hecho a este país", quien "propaga la mentira de haber ganado en las urnas".
El día que la mayor democracia tembló: a un año del asedio al Capitolio de EEUU
Por su parte, el secretario de Justicia, Merrick Garland, sostuvo que el gobierno tiene la intención de perseguir a los participantes de la ocupación de la sede del Congreso "independientemente de su estatus", ya sea si estuvieron presentes ese día o "fueron responsables penalmente del asalto a nuestra democracia".
El funcionario no mencionó si el expresidente republicano se encuentra bajo investigación judicial, aunque un comité parlamentario intenta determinar si Trump alentó o coordinó el accionar de sus simpatizantes contra el edificio, donde aquel día los congresistas estaban en sesión, y los policías que lo protegían.
En el marco de la investigación ya fueron arrestados más de 725 partidarios de Trump, entre ellos Jake Angeli, el hombre con cuernos de bisonte o el joven que robó una cerveza de la oficina de la líder demócrata Nancy Pelosi. Otros acusados recibieron la visita del FBI en sus casas por el acontecimiento que dejó el saldo de cinco muertos (cuatro manifestantes y un policía) y más de 14 miembros de la fuerza de seguridad heridos.
"Las acusaciones del expresidente, que han erosionado la confianza de la población en la legitimidad de nuestras elecciones, han sido rechazadas repetidamente por las agencias de inteligencia de la administración actual y de la anterior, así como por todos los tribunales, estatales o federales, que las examinaron", agregó Garland, cuyas palabras fueron vistas como una señal de que el gobierno endureció su tono sobre este asunto.
"La expresión pacífica de una opinión o ideología, sin importar lo extrema que sea, está protegida por la primera enmienda" de la Constitución, pero no el hecho de "amenazar ilegalmente con hacer daño o matar a alguien", concluyó en sus palabras el secretario de Justicia.
FP/JFG