En su primera comparecencia ante la comunidad internacional desde que llegó a la Casa Blanca, Joe Biden reafirmó ayer que Estados Unidos retomará con fuerza la alianza transatlántica con Europa, cuyos grandes competidores son China y Rusia y defendió a la democracia como la mejor respuesta a los desafíos que enfrenta el mundo.
“La alianza transatlántica está de vuelta. Estados Unidos ha vuelto”, afirmó Biden al participar en forma virtual de la conferencia de seguridad de Múnich. “Soy un hombre de palabra. Les hablo como presidente de Estados Unidos, al principio mismo de mi administración, y quiero mandar este mensaje: la alianza transatlántica está de vuelta. Y no vamos a mirar atrás”, enfatizó.
Biden respaldó sus palabras con el compromiso de respetar la garantía de defensa mutua de la OTAN, conocida como Artículo 5, algo que el ex presidente Donald Trump inicialmente se negó a hacer mientras era presidente. “Mantendremos la fe en el artículo 5”, dijo Biden. “Es una garantía. Un ataque a uno es un ataque a todos. Ese es nuestro voto inquebrantable”.
Como muestra, el presidente confirmó que suspendió la orden emitida por Trump para retirar al contingente norteamericano en Alemania, uno de los cimientos de la presencia militar estadounidense en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
“Nuestra relación ha perdurado y crecido a través de los años porque está arraigada en la riqueza de nuestros valores democráticos compartidos. No son transaccionales. No son excluyentes. Se basan en una visión del futuro en la que cada voz importa. Donde se protegen los derechos de todos y se defiende el Estado de Derecho”, afirmó el mandatario.
“Estados Unidos trabajará estrechamente con nuestros socios europeos y todos los países del continente”, en este “momento de inflexión” en la historia del progreso mundial “entre quienes argumentan que, dados todos los desafíos a los que nos enfrentamos –desde la cuarta revolución industrial hasta una pandemia global– la autocracia es el mejor camino a seguir y quienes entienden que la democracia es esencial para enfrentar esos desafíos”.
Ante ese dilema, Biden ofreció una defensa sin ningún tipo de paliativos sobre los valores democráticos.
“Tenemos que demostrar que las democracias pueden dar buenos resultados. Esta es nuestra misión, en unidad. La democracia no ocurre por accidente. Tenemos que defenderla. Hay que luchar por ella, atesorarla, renovarla. Creo con cada fibra de mi ser que la democracia debe prevalecer. Tenemos que demostrar que nuestro modelo no es una reliquia”, sentenció.
China y Rusia. En su discurso, Biden lanzó duras críticas a China y a Rusia, países a los que describió como competidores en una fuerte pugna en la carrera hacia el futuro.
“Tenemos que prepararnos para una competición estratégica a largo plazo con China”, declaró. “Va a ser duro. Eso es lo que me espero y eso es lo que deseo”.
El mandatario estadounidense pidió al gigante asiático que “juegue con las mismas reglas” que el resto del mundo, y subrayó la importancia de un frente unido en respuesta a las aspiraciones económicas de Beijing.
“Tenemos que responder ante los abusos económicos y las coerciones del gobierno chino que obstruyen los fundamentos del sistema económico internacional. La forma en la que Estados Unidos, Europa y Asia decidan trabajar juntos para garantizar la paz y defender nuestros valores comunes será uno de los esfuerzos más importantes que vamos a realizar”, sostuvo. “Tenemos que proteger la propiedad individual y el genio creativo derivado del intercambio de ideas en una sociedad libre y abierta”, añadió.
Igual de crítico se mostró con Rusia, a quien pidió que se abstenga de recurrir a tácticas de intimidación y permita a los países que elijan libremente y “sin amenazas” su propio futuro.
“Sus líderes intentan describirnos como si fuéramos tan corruptos como ellos. Pero el mundo, entre ellos los propios ciudadanos rusos, sabe que no es verdad”, dijo Biden, que acusó a Vladimir Putin de intentar “debilitar el proyecto europeo y la unidad transatlántica”, porque “al Kremlin le resulta mucho más fácil intimidar a estados individuales que en lugar de negociar con una comunidad unida”.
“Los desafíos con Rusia son diferentes a los de China, pero son igual de importantes. Esto no es un enfrentamiento entre el Este y el Oeste. Queremos un futuro donde los países puedan elegir su camino sin amenazas. No podemos regresar a los bloques de la Guerra Fría”, agregó el presidente, quien defendió la integridad territorial de Ucrania en el conflicto entre Kiev y las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk, apoyadas por Moscú.