La decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) significaría el exilio político de Jair Bolsonaro si determina que el ex presidente incurrió en abuso de poder durante su gobierno. El exmandatario fue acusado luego de citar, en 2022, en el palacio del Planalto, a un grupo nutrido de diplomáticos extranjeros para persuadirles de la inseguridad del sistema electoral de su país.
Jair Bolsonaro venía sosteniendo en los medios un discurso que cuestionaba la fiabilidad en el sistema electoral de su país. En esta lucha por seguir fomentando e instalando en la agenda esta mirada controversial, a mediados de julio de 2022 citó a 72 embajadores y personal diplomático en la sede del Gobierno Federal en Brasilia. Aquel evento, transmitido por la televisión local terminó siendo la prueba relevante para acusarlo de abuso de poder y uso fraudulento de los medios de comunicación públicos.
Durante la reunión, el expresidente, llegó a afirmar que eran empresas externalizadas las que se encargaban del recuento de los votos y no los sistemas del Tribunal Superior Electoral (TSE), cuyos jueces tienen reservados tres fechas para alcanzar un acuerdo acerca de su inhabilitación.
De ratificarse el proceso del TSE el expresidente saldría del escenario político durante los próximos ocho años, lo que equivaldría a que recién se podría presentar en las elecciones presidenciales de 2030 con 75 años.
Entre las 16 demandas que tiene el Tribunal contra Jair Bolsonaro que podrían certificar su inhabilitación está la denuncia de la creación de una red de desinformación contra sus rivales, como el abuso de poder político y económico por distribuir programas de subsidios sociales en campaña.
Además, se le suman otras acciones donde lo investigan si utilizó los desfiles militares del 7 de diciembre de 2022 en Río de Janeiro y el de Brasil por el Bicentenario de la Independencia de Brasil con fines electoralistas.
Fuera del TSE, Bolsonaro, está investigado por el Tribunal Supremo por una supuesta responsabilidad intelectual en los ataques de sus seguidores a las instituciones el 8 de enero de 2023.
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El cómplice dentro de los siete
Los siete jueces que conforman la corte -más allá de la de hoy- tendrán dos sesiones más, el 27 y el 29 de junio, para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, la influencia de Bolsonaro podría generar que Kassio Nunes Marques, uno de los jueces, solicite más tiempo para analizar el caso.
Sin embargo, para cuando Nunes Marques tenga su turno de palabra la suerte del expresidente ya estaría echada. Tanto Bolsonaro como su círculo más cercano dan por sentado que la votación se cerrará con un incontestable 6 a 1 en su contra, según adelantó la agencia Europa Press.
Antecedentes inmediatos
Luego de dos años de mandato, Fernando Collor de Melo fue inhabilitado hasta el año 2000 por corrupción pasiva tras ser sometido a un juicio político por en el Senado. El mismo proceso por el cual fue echada del cargo la expresidenta Dilma Rousseff en 2016, sin embargo, ella mantuvo sus derechos políticos intactos.
Por su parte, el actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también fue inhabilitado y encerrado en prisión tras un proceso judicial marcado por las irregularidades, tal y como confirmó el Tribunal Supremo, que habilitó sus derechos políticos y permitió que pudiera presentarse a las últimas elecciones.
El futuro de Jair Bolsonaro transitaría directo hacia a la inhabilitación hasta dentro de ocho años. Una medida que traerá repercusiones en los gobiernos más conservadores de la región.
NT / ds