“Quiero conversar con el Papa sobre esta guerra”, declaró Lula da Silva poco antes de subir al avión presidencial que lo llevó a Roma. Se refería, como es obvio, al conflicto entre Rusia y Ucrania donde no se ven señales de inmediata pacificación. Pero en el diálogo que mantendrá mañana con Francisco, el líder brasileño dijo, ya en territorio italiano donde aterrizó este martes a la mañana, que quiere incluir otro asunto mundial: la “extrema desigualdad y el combate al hambre” que aflige al planeta.
Esta cita en el Vaticano no será la única en Italia: la primera ministra Giorgia Meloni indicó que recibirá al presidente de Brasil por la tarde de este miércoles 21. El jefe de Estado brasileño tendrá, además, reuniones con el presidente Sergio Mattarella y el alcalde de la ciudad Roberto Gualtieri.
Fuentes del gobierno, en Brasilia, afirmaron que el encuentro con el pontífice es “entre viejos conocidos”. El primer contacto es de hace más de dos décadas, cuando Jorge Bergoglio era aún arzobispo de Buenos Aires. A fines de mayo, Lula conversó telefónicamente con el Sumo Pontífice para invitarlo a Brasil y en ese momento recibió el convite para el encuentro en el Vaticano.
Para el mandatario, el ver nuevamente a Francisco tiene un costado especial, porque quiere expresarle su agradecimiento: “Él fue muy solidario conmigo a lo largo de todos mis procesos judiciales. Quiero retribuirle a todo lo que hizo por mí cuando estaba preso en la Policía Federal (de Curitiba)”. Según el brasileño, el Papa está “muy interesado en acabar con la guerra de Ucrania y Rusia; por lo que quiero también conversar sobre las propuestas de paz”.
En Roma, Lula está acompañado por el canciller Mauro Vieira y el asesor especial en asuntos internacionales, Celso Amorim. Pero habrá más ministros en la comitiva cuando el miércoles aterrice en París para reunirse el jueves con Emmanuel Macron. A ella se unirán el ministro de Defensa, José Múcio; el de Economía, Fernando Haddad y el de Minas y Energía, Alexandre Silveira.
Cuáles son los próximos pasos de Luiz Inácio Lula da Silva
El diálogo con el presidente francés incorpora un tema de candente actualidad para el Mercosur, cuyo tratado con la Unión Europea acaba de sufrir nuevos percances que ponen en juego la esencial de ese pacto. Según Lula da Silva, hay un endurecimiento de ese tratado, que permitiría sanciones contra el bloque sudamericano en caso de no cumplir alguno de los requisitos acordados.
“La Unión Europea no puede amenazar al Mercosur con puniciones. Somos socios estratégicos y no es posible que formulen ultimatos” precisó el presidente brasileño. Ese será el tema principal en el almuerzo que tendrá con Macron en el Palacio del Elíseo. Tampoco estará ausente, en este caso, el futuro de la guerra que conmueve a Europa.
Lula estará presente, además, en la cumbre de presidentes para Un Nuevo Pacto Financiero Global que debe ocurrir en París y que fue convocado, a partir del jueves, por el gobierno francés.
Los asuntos en juego son la lucha contra la pobreza; el apoyo a los países vulnerables; por el planeta y los patrimonios públicos mundiales; por la transición hacia un mundo de «neutralidad climática» y para la cooperación mundial, en un mundo amenazado por la fragmentación. Allí, el gobernante brasileño debe pronunciar un discurso con foco en la necesidad de dar lugar a las naciones en desarrollo en la toma de decisiones internacionales. Al mismo tiempo, pedirá más celeridad para reformar el sistema financiero mundial.
RB CP