Según informó el periodista Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), desde enero Alberto Fernández es el mandatario temporario del bloque común del Sur, y va a entregar la presidencia este 4 de julio a Luiz Inácio “Lula” da Silva.
De este modo, el presidente argentino empieza a despedirse de llevar adelante las riendas del Mercosur, en un semestre particular, especialmente por la política local pero también por la política regional, porque han empezado a surgir algunas señales.
A fines de mayo, en Brasilia, Lula reunió a todos los países miembros y que no siguen siendo miembros de la Unasur, con la idea de relanzarla, y se dieron un marco de 120 días de trabajo para poder definir cómo avanzar.
El día anterior a esa cumbre Lula recibió a Nicolás Maduro y ahí es donde empiezan algunas señales: en primer lugar, el rechazo que recibió el presidente venezolano, especialmente del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou y de su par chileno, Gabriel Boric.
Para la Unión Europea, el Mercosur es un potencial proveedor de energía
Es posible que el 4 de julio cuando se reúnan nuevamente los presidentes del Mercosur y se cumpla este traspaso de mando de Alberto Fernández. El nuevo giro que va a tener el bloque económico para este próximo semestre es probable que incluya la posibilidad de levantar la suspensión que tiene Venezuela como miembro del mismo.
Además, hay otro elemento que pasó casi inadvertido, y tiene que ver con el paso por Buenos Aires de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, que estuvo en Argentina, Brasil y Chile.
Todo esto sucede en un momento donde una de las expectativas tiene que ver sobre cómo avanzará el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, hay muchas incógnitas al respecto.
Francia votó en contra del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur
De hecho Lula, para hacer campaña presidencial, dijo que estaba analizando acelerar este acuerdo que había sido el primer tramo firmado por Mauricio Macri en 2019.
Desde entonces no hubo avances, pero las señales que han surgido son sombrías, ya que Lula ha planteado una serie de desacuerdos respecto a las exigencias de la Unión Europea, especialmente en materia de pesticidas.
Así es que la posibilidad de poder avanzar con los acuerdos económicos parece cada vez más lejana. Se espera para el 29 y 30 de junio una reunión de negociadores de la Unión Europea y el Mercosur.
El 17 y el 18 de julio, en Bruselas, se concretará la cumbre CELAC-Unión Europea, también para avanzar con estas perspectivas.
El Mercosur que viene, de la mano de Lula, tiene posibilidades de no contar con nuevos avances con la Unión Europea, y que además de su acercamiento con China, permita el reingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur.
MVB JL
