El ex primer ministro británico Boris Johnson regresó ayer a Londres de sus vacaciones, en medio de rumores de una candidatura para volver a ser jefe de gobierno tras la renuncia de Liz Truss el jueves.
Tres nombres surgieron hasta el momento en la campaña relámpago en el Partido Conservador, que decidirá la semana próxima el nuevo primer ministro del país: la actual ministra de Relaciones con el Parlamento, Penny Mordaunt, quien presentó su candidatura el viernes; Rishi Sunak, ex ministro de Finanzas que había perdido contra Truss a inicios de septiembre; y Boris Johnson, quien renunció en julio tras una sucesión de escándalos.
Quien sea que asuma las riendas del país se enfrenta a un partido lastrado por las divisiones, con la oposición en lo alto de las encuestas y una grave crisis económica, con caos en los mercados y una inflación que toca máximos en décadas.
El combate entre Johnson y Rishi Sunak dominaba las portadas de la prensa británica ayer. “Johnson y Sunak lideran la carrera mientras se evaporan las esperanzas de unidad”, tituló The Independent. “Las tribus conservadoras parten a la guerra”, escribió de su lado The Guardian.
El canal Sky News mostró ayer un avión de British Airways que aterrizó a las diez de la mañana en el aeropuerto de Gatwick, donde se encontraría Johnson, de regreso de sus vacaciones.
El viernes por la noche, un aliado de Boris Johnson en el Parlamento, James Duddridge, advirtió que el ex primer ministro volvería a ser candidato. “Dijo: ‘vamos a hacerlo, estoy listo’, afirmó Johnson según este diputado que se comunicó con él por WhatsApp.
Pero Johnson, que abandonó el Parlamento el 20 de julio diciendo “Hasta la vista, baby!”, aún no anunció oficialmente su candidatura. Tampoco anunció aún sus intenciones Sunak, cuya renuncia al gobierno de Boris Johnson precipitó la caída de éste último, y que obtuvo el viernes el respaldo mínimo de cien parlamentarios conservadores para entrar oficialmente en la carrera. Si se presenta, y nadie más obtuviera estos apoyos, Sunak se convertiría automáticamente en el nuevo líder del partido y primer ministro.
“La peor idea en 46 años”. Liz Truss dimitió el jueves después de 44 días en el cargo marcados por la crisis económica desencadenada especialmente por sus propias decisiones. Los aspirantes a reemplazarla deben presentar antes de las dos de la tarde locales del lunes, el respaldo de al menos cien de los 357 parlamentarios conservadores, lo que limita la carrera a un máximo de tres candidatos.
Estos representantes celebrarán dos votaciones: la primera reducirá la elección a dos candidatos y la segunda servirá como “indicación” a los miembros del partido sobre la opción preferida de los diputados. Luego, salvo que uno de los dos candidatos se retire, serán los 170 mil afiliados del Partido Conservador los que zanjen la cuestión en una votación online el 28 de octubre.
El portal político Guido Fawkes, que sigue de cerca los apoyos de los diputados a cada posible candidato, registraba hasta el sábado por la mañana 107 “votos” para Sunak, 71 para Johnson y 25 para Mordaunt.
Mientras tanto, los aliados de Sunak hacen campaña, omnipresentes en los medios. “Estoy seguro que se va a presentar. Es el candidato ideal”, dijo el ex ministro de Justicia Dominic Raab. “Si usted mira el desafío económico que tenemos, él es quien siempre ha tenido razón sobre lo que necesitamos”, afirmó.
El ex jefe del Partido Conservador, Hague, advirtió que un regreso de Johnson conduciría a una “espiral de muerte” para el partido.
“Es probablemente la peor idea que he escuchado en los 46 años que llevo como miembro del partido”, declaró Hague.