Siete niños y una profesora fallecieron en una guardería del sudeste de Brasil luego de que un vigilante rociara con alcohol a los pequeños y prendiera fuego el lugar el jueves. El atacante, quien padecía problemas mentales, falleció horas más tarde a causa de las quemaduras que sufrió.
La tragedia ocurrió en un barrio modesto de Janaúba, una ciudad de 70.000 habitantes situada a unos 600 kilómetros al norte de Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais. En horas de la mañana el vigilante nocturno de la guardería 'Gente Inocente', irrumpió en el centro y roció con alcohol a sus víctimas antes de prender fuego a parte del recinto. En total, siete niños de cuatro años y una profesora de 43 que trató de salvarlos murieron, según consignó la agencia internacional AFP.
El incendio dejó más de cuarenta heridos quienes fueron trasladados inmediatamente a tres hospitales de la región.
El autor del crimen, el vigilante identificado como Damião Soares dos Santos, de 50 años, murió poco después en el hospital donde ingresó con quemaduras en todo el cuerpo. Las autoridades locales informaron que padecía "problemas mentales" desde 2014.
Despedida. Conmocionados por la tragedia, decenas de personas acudieron el viernes por la tarde al cementerio de Janaúba para asistir al entierro de las primeras víctimas. Los pequeños ataúdes blancos fueron abiertos para algunos minutos de recogimiento, ante el dolor de las familias devastadas.
"Es inexplicable lo que ocurrió, no tengo palabras. Escuché en la radio que había un incendio allí y enseguida pensé en mis nietos. Estaba seguro que les había pasado algo", relató el abuelo de una de las víctimas en declaraciones al diario Folha de Sao Paulo.
La alcaldía de Janaúba decretó siete días de duelo oficial, mientras que el presidente Michel Temer expresó su "solidaridad con las familias" de los fallecidos.