Srdjan Peric fue asesinado en su casa y por su propia esposa en la ciudad de Zrenjanin, Serbia, un desenlace fatal que tenía antecedentes de violencia en la pareja. Luego de drogarlo y apuñalarlo, la mujer le amputó el pene con una motosierra y lo cocinó en una sartén. El hombre había estado bajo custodia luego de una denuncia de su pareja.
"Fiero, cruel, inhumano" es la definición que adjetiva la Real Academia Española de la palabra atroz, uno de los tantos calificativos que le caben al crimen de este hombre a manos de Teresa Peric, con quien compartía una relación y el mismo techo.
Cuando la policía detuvo a la mujer de 46 años comenzó a reconstruir lo que había sucedido en aquella vivienda de Zrenjanin, donde esta pareja que llevaba dos años convivía con los hijos de Teresa, informaron medios serbios. Fue la hija adolescente quien presenció la carnicería que se vivió allí y quien le contó a las autoridades de que manera se gestó el hecho. En el relato, la joven detalló que antes de apuñalarlo, la mujer lo drogó para inmovilizarlo.
En un estado de alteraciones de sus sentidos, Srdjan Peric dilucidó que su mujer lo estaba hiriendo y trató de huir hacia la sala de la casa, reptando. Fue inútil. Con el cuerpo de su víctima aún caliente, Teresa Peric tomó una motosierra y cuando el motor de la máquina se encendió, le amputó el pene al hombre.
La obra de terror no culminó con ese acto: luego de cortar el miembro en varios pedazos, la mujer los salteó en una sartén. Su hija adolescente nunca olvidará todas las escenas de sangre, gritos y mutilaciones que vivió con el asesinato de su padrastro.
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Cuáles eran los antecedentes de la pareja
Luego de relatar lo sucedido, la joven develó un dato clave: su madre ya le había advertido a Srdjan Peric que lo mataría. Un hecho había prendido las alarmas: luego de una pelea, la mujer encendió la cama que ambos compartían.
Los vecinos del barrio abonaron este relato y dijeron que en la pareja había peleas que tenían como origen los celos y una supuesta vagancia del hombre para las jornadas laborales. También contaron que en diversas oportunidades estuvieron separados.
Los informes también relevaron pruebas de la culpabilidad del hombre, que estuvo en custodia policial luego de una denuncia de la mujer. En los apuntes tomados por la policía, también se constató que ambos tenían problemas mentales y tomaban medicación.
GI/ff