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Pere Aragonès Quim Torra y Artur Mas, además funcionarios y legisladores, son algunos de los nombres que los afectados por las escuchas ilegales. Se esperan las respuestas del presidente Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez España
El presidente de España, Pedro Sánchez | AFP

Hace unos días que se vive en España un terremoto que nació en el epicentro de cyber espacio. Citizen lab, un laboratorio vinculado a la Universidad de Toronto, realizó una investigación descubriendo que dispositivos de 65 independentistas catalanes están infectados por el sistema Pegasus un malware que se utiliza para espiar de forma ilegal.

Pegasus es un sistema creado por una empresa israelí NSO Group para venderse exclusivamente a estados nacionales con el objetivo de que sea utilizado, principalmente, para investigar posibles atentados terroristas. Es un malware que permite escuchar conversaciones, leer mensajes, acceder al disco duro, hacer capturas de pantalla, revisar el historial de navegación y activar por control remoto la cámara y el micrófono de los dispositivos. Pegasus aprovecha las brechas de seguridad de WhatsApp y Facebook para entrar en los dispositivos; de esta forma pueden conocer sus actividades de índole íntima y familiar y utilizar esa información para extorsionar o controlar a la víctima.

Dicho spyware se instala mediante mensajes o llamadas, asimismo, cuando un móvil está infectado, su procesador va más lento, se consume más batería y desaparecen los datos sin que hayan sido borrados a conciencia.

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Por fuentes se sabe que “la reciente investigación desvela que el presidente catalán, Pere Aragonès empezó a ser espiado en 2020”, continuando a lista con dos ex presidentes catalanes Quim Torra y Artur Mas, además funcionarios y legisladores, tales como: Diana Riba, Jordi Solé, Toni Comín, Clara Ponsatí, Laura Borràs, Elisenda Paluzie y Marcel Mauri como víctimas del cyber-espionaje. El secretario de general de Junts, Jordi Sànchez, fue uno de los primeros infectados, recibiendo mensajes por temas referidos a la seguridad social.

El presidente Aragonès en su perfil de Twitter expresó “la operación de espionaje masivo contra el independentismo catalán es una vergüenza injustificable. Un ataque a los derechos fundamentales ya la democracia extremadamente grave. Un ejemplo más de la represión contra un movimiento pacífico y cívico. Llegaremos hasta donde sea necesario”. Junto a ello, Carles Puigdemont denunció en Twitter que son “víctimas de la guerra sucia del Estado español por luchar contra una idea legítima”.

El presidente Aragonès en su perfil de Twitter expresó “la operación de espionaje masivo contra el independentismo catalán es una vergüenza injustificable".

Debido a dicho escándalo, a situación política tanto en Madrid como en Barcelona necesita nuevas definiciones. La pelota está en poder el Presidente Pedro Sánchez, tiene que ser él que defina qué se hará con la investigación, ya que, si fue una investigación judicial él recibía en su despacho los informes y si él nunca se enteró de nada, el deep state gobierna a su gobierno.

En Barcelona, no queda otra opción que los tres partidos independentistas se unan. El primer paso fue dado en la conferencia de día 20 de abril en Bruselas con la foto de Puigdemont, Junqueras y Riera juntos, los tres representantes de los partidos independentistas.

Junto a todo esto, muchos de los que fueron investigados con el Pegasus, eran y algunos son, parlamentarios de las Cortes de Madrid, es decir, representantes que tenían o tienen inmunidad y protección por el parlamento español; ¿algo deberá decir el Presidente del Parlamento? Deberá propiciar una investigación para defender a sus diputados, ¿no?

Cómo telón de fondo es que, si los partidos independentistas le sacan el apoyo al presidente español Pedro Sánchez, un avance de la extrema derecha puede ser lo que se avecine. Pero sin lugar a dudas, lo que ya quedó tocado fue la calidad democrática, un gobierno que especia a sus ciudadanos por sus ideas políticas es un gobierno con baja calidad democrática en sus instituciones.

*Presidente Mutual Catalana.