INTERNACIONAL
semana crucial en la crisis

Cataluña define si es independiente, negocia con Rajoy o llama a elecciones

Puigdemont podría proclamar el martes de manera unilateral la creación del nuevo Estado. El gobierno español descartó una mediación y amenazó con intervenir la región.

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Desafio. El presidente catalán podría ser detenido por la Justicia si consuma la secesión. Rajoy recibió el respaldo de Sánchez y Rivera en defensa de la integridad territorial del país. | AFP / AP
La tensión entre Cataluña y el gobierno de Mariano Rajoy puede aumentar este martes, cuando el presidente catalán, Carles Puigdemont, comparezca en el Parlamento regional para abordar la “situación política actual”. Allí estará frente a la disyuntiva de proclamar de manera unilateral la independencia o apostar, como en los últimos días, por una negociación que descomprima la crisis. Sin embargo, en el menú de opciones también figura la posibilidad de barajar y dar de nuevo, mediante la celebración de elecciones autonómicas en Cataluña.

Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y represión. Si Puigdemont accede al pedido de las agrupaciones más independentistas, como la CUP, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium Cultural –que controlan la movilización en las calles–, el conflicto recrudecerá y no habrá vuelta atrás. “El Gobierno va a impedir que cualquier declaración de independencia se plasme en algo”, afirmó ayer Rajoy al diario El País. Para lograr ese objetivo, el presidente baraja solicitarle al Senado la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que suspendería la autonomía de Cataluña. La Justicia podría detener a los líderes catalanes por “rebelión” y “sedición”, lo que generaría una ola de protestas en las calles. “Algunas de las medidas que ha tomado el gobierno ya suponen una forma de Estado de excepción. Un aumento en esta línea represiva sólo puede generar un mayor desapego entre la ciudadanía catalana respecto de España”, explicó a PERFIL Josep Vilajosana, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Pompeu Fabra. La comunidad internacional, que teme escenas de represión aun más virulentas que las del domingo pasado, jugaría un rol clave en el reconocimiento del nuevo Estado catalán.
La paradoja independentista no es menor: si se declara la independencia, el autogobierno y las instituciones catalanas quedarán heridas de muerte tras el embate del Estado central. Si la declaración de independencia es meramente retórica, Rajoy esperaría a que las imputaciones de la Justicia y las rencillas internas desinflen el furor independentista.

Negociación. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos llamaron al diálogo para hallar una salida a la crisis. Sin embargo, Rajoy negó esa posibilidad, a menos que Puigdemont renuncie a la Declaración Unilateral de Independencia. El canciller Alfonso Dastis descartó ayer la mediación internacional que había pedido la Generalitat, pero dijo que el gobierno está abierto a hablar sobre “posibles vías de solución y sobre reformas”.
Una alternativa es una reforma constitucional que profundice el federalismo y conceda más competencias autonómicas a Cataluña. Si Puigdemont descarta la DUI y Madrid retira los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, crecerán las chances del diálogo, reclamado ayer por miles de españoles en las calles.
Elecciones autonómicas. El gobierno español propuso el viernes esta alternativa, que podría ser propiciada por la Generalitat o por Rajoy en caso de que aplique el artículo 155. “Sería bueno empezar a sellar esa fractura por el Parlamento de Cataluña a través de unas elecciones”, dijo el vocero Iñigo Méndez de Vigo. Esa idea es compartida por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que aspira a convertirlas en unas constituyentes del nuevo Estado. La apuesta de la Moncloa, por su parte, pasa por superponer la votación general con la autonómica.
La crisis sólo menguará si España recupera el espíritu conciliador de la Constitución.

PSOE apoya al gobierno
“Hay que aguantar a Mariano Rajoy hasta las próximas elecciones. Y después derrotarlo en las urnas. No hay otra”, dijo a PERFIL Esther Niubó, diputada en el Parlament de Barcelona y vocera del Partido Socialista de Cataluña (PSC). “Es irresponsable declarar unilateralmente la independencia, no tiene sentido jurídico y es ilegal. Hay una crisis de Estado en España. No se puede jugar con esto”, agregó.
—¿Cómo puede negociar políticamente Barcelona con Madrid?
—Rajoy ya concedió algo, no es verdad que se hizo completamente el sordo. Existe una comisión en la Cámara para discutir reformas constitucionales. Ese es el lugar donde hay que alcanzar todas las reformas constitucionales que Cataluña quiere, mas autonomía, otro sistema de recaudación fiscal. No tiene sentido hacerlo fuera de los espacios constitucionales.
—Históricos dirigentes socialistas reclamaron a Pedro Sánchez un respaldo más explícito al unionismo. ¿Qué opina el PSC?
—Se trata de la vieja guardia, que no tiene más responsabilidades políticas, y sin embargo quiere seguir orientando a la opinión pública. El PSC apoya a Sánchez.