Al parecer, "César", el ahora famoso ex jefe guerrillero de las FARC que custodiaba a Ingrid Betancourt, no necesitará convertirse en colaborador del Ejército Nacional de Colombia para reducir su pena. Y es que el hombre aparentemente ya lo es desde hace un tiempo, a tal punto que crecen las versiones sobre que habría sido la llave para lograr el rescate de la ex candidata presidencial y los otros 14 rehenes liberados.
Hoy lo afirmó sin medias tintas el diario El Mundo, de España, reproduciendo un increíble mensaje en el que supuestos parientes del guerrillero habrían ofrecido la ayuda de César a cambio de un "retiro tranquilo" para el hombre que vigilaba a Betancourt y compañía.
La particular oferta fue recibida a principios de enero pasado por la esposa de uno de los rehenes de las FARC, más o menos con las siguientes palabras: "César tiene ganas de abandonar las FARC. Está cansado, aburrido de esa vida y querría desmovilizarse para vivir tranquilo junto a su compañera de muchos años. Y no necesita dinero, no quiere recompensas por entregar a los secuestrados que tiene asignados. César sólo quiere garantías para irse lejos y no pasar por ninguna cárcel".
Según cuenta El Mundo, la mujer no concedió demasiada credibilidad a esas palabras ni se mostró muy interesada en el ofrecimiento, ya que a su marido lo custodiaba otro guerrillero. Pero así y todo intercedió para que la propuesta llegara a oídos del Gobierno.
Curiosamente -dice a continuación El Mundo-, "semanas después, el presidente Alvaro Uribe dijo que sabían que un comandante subversivo estaba planteándose la posibilidad de desertar con los rehenes a su cargo".
Entonces, nadie comprendió demasiado de qué se trataba ni a qué conducía la declaración de Uribe. Pero ahora, todo parece cerrar a la perfección. Mucho más, teniendo en cuenta que la pareja de "César", Doris Adriana, ya había sido capturada en febrero pasado junto a otros 43 integrantes de una red de apoyo a las FARC.
Tanto "César" como su mujer, madre de dos hijos pequeños, llevaban dos décadas en la guerrilla, por lo que efectivamente no sería extraño que estuvieran hastiados de esa vida y hubieran decidido pactar con el gobierno de Uribe.
Además, el guerrillero mantuvo durante años vínculos muy aceitados con el narcotráfico, y por ello contaría con recursos económicos más que suficientes para desenvolverse en su "nueva vida".
Esta es la versión que crece para entender por qué Gerardo Antonio Aguilar (nombre real de César) se subió con sus cautivos al helicóptero usado en el rescate por el Ejército, sin siquiera preguntar al alto mando de las FARC si ese viaje estaba autorizado. Y el "ojo negro" habría sido "para las fotos"...
