El presidente venezolano Hugo Chávez llegó el sábado en la noche a La Habana para iniciar la segunda fase de su tratamiento contra el cáncer y someterse a quimioterapia.
Chávez, vestido con una camisa roja, bajó la escalera del avión presidencial de la mano de una de sus hijas, en el aeropuerto José Martí de la capital cubana donde lo recibió el presidente cubano Raúl Castro, según la agencia AP.
Poco antes de abandonar el país, Chávez anunció la transferencia temporal de algunas funciones administrativas y de manejo de presupuesto al vicepresidente Elías Jaua y al ministro de Planificación, Jorge Giordani. Las funciones delegadas se limitan estrictamente a actividades administrativas y manejos de gastos presupuestarios.
Chávez descartó que esta decisión represente que está renunciando a sus funciones como mandatario, e insistió que lo busca el delegar algunas actividades como parte de la “reflexión profunda” que ha hecho en medio de su enfermedad.
"Estoy obligado a vivir, viviré, se los prometo... Una vez más regresaré y regresaré mejor que como me voy, con más vida, más fortaleza espiritual, moral y física para seguir construyendo la patria bonita", expresó Chávez al despedirse de su personal en el palacio presidencial, donde aprovechó para anunciar algunos cambios de jefes militares en el Fuerte Tiuna, que es el mayor del país, y su guardia presidencial.
Chávez fue sometido el 20 de junio en La Habana a una operación de cerca de seis horas para extirparle un tumor canceroso en la región pélvica, que según reconoció era del tamaño de una "pelota de béisbol". El gobernante fue intervenido de emergencia el 11 de junio en Cuba por un absceso pélvico. A mediados de la semana pasada Chávez anunció por primera vez que sería sometido a quimioterapia y radioterapia como parte del tratamiento contra el cáncer para "blindar" su cuerpo contra las células malignas, y admitió que por la enfermedad ha perdido 14 kilos.
El mandatario venezolano no precisó dónde se le detectó el cáncer, sin embargo negó tener afectado el colon. Afirmó que el tratamiento inicial que le fue aplicado en La Habana, tras la operación del 20 de junio, dio buenos resultados "gracias a Dios y a la ciencia médica, y a este cuerpo que parece que es más duro de lo que lo que yo mismo creía".
El mandatario admitió que este domingo comenzará ya el tratamiento de quimioterapia y que de acuerdo a las últimas evaluaciones "no se ha detectado en ninguna otra parte de mi cuerpo ninguna célula maligna". Agregó que aún existe el riesgo de que se haya escapado alguna célula maligna y que por esa razón habrá "ataque duro" con la quimioterapia.