Más de 16 mil candidatos se disputarán hoy 365 alcaldías y 2.389 concejalías, pero la atención se dividirá entre ese reparto y el porcentaje de votos que obtengan el oficialismo y la oposición. El antichavismo, liderado por Henrique Capriles Radonski, plantea los comicios como un plebiscito a los ocho primeros meses de gestión de Nicolás Maduro, mientras que el gobierno anhela ganarlos por un margen mayor que la estrecha diferencia que obtuvo en las últimas presidenciales. Las elecciones locales tendrán lugar en un contexto de polarización política sólo comparable con los momentos más álgidos del gobierno de Hugo Chávez. Maduro lanzó una “guerra económica” contra el empresariado venezolano para frenar una inflación interanual de casi 50% y para combatir el desabastecimiento de productos de consumo básico. El Congreso le aprobó superpoderes para gobernar por decreto y, mediante esa herramienta, el mandatario adoptó medidas tales como la detención exprés de empresarios y comerciantes “especuladores”. “Esperamos ganar la mayoría de alcaldías y el porcentaje total de votos –dijo a PERFIL el ministro nacional Andrés Izarra, ex titular de Comunicación durante la presidencia de Chávez–. Daremos otra lección de civismo.” “Lo más significativo es que ésta es la primera elección que enfrenta Maduro como presidente, y sin duda será un plebiscito simbólico alrededor de su gestión que permitirá medir la fuerza actual de cada bando”, dijo a este diario Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis. “La apelación a la figura de Chávez es un conector con los sectores populares que Maduro aún puede explotar, pero ese capital político es cada vez menor.” Según los últimos números que maneja Datanálisis –una de las pocas encuestadoras “neutrales”–, la estrategia política que adoptó Maduro logró revertir la caída de su imagen. Los sondeos señalan que el chavismo se quedará con la mayoría de alcaldías, de manera que la apuesta opositora es crecer en los sufragios totales y mejorar su performance de las presidenciales. Habrá, además, batallas de alto impacto en ciudades como Maracaibo y Caracas. Son comicios municipales. Pero, tratándose de la Venezuela post-Chávez, todo adquiere mayor dimensión
