El proyecto de nueva Constitución sometido a plebiscito en Chile este domingo fue rechazado por la mayoría de los ciudadanos y admitido por autoridades oficialistas y opositoras, que coincidieron en señalar que no promoverán otro proceso para intentar actualizar la carta magna actual, promulgada en 1980, en dictadura.
El rechazo al texto reunía 55,76% de los votos válidos contra 44,24% de aprobación cuando se había cumplido el conteo de 99,68% de las 39.728 mesas totales, informó el Servicio Electoral (Servel) en su sitio web. El proyecto de nueva Constitución, escrito en su mayoría por partidos de derecha, hubiera reemplazado a la elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El anterior y fallido proyecto, redactado en su mayoría por convencionales constituyentes de izquierda e independientes, fue rechazado por el 61% de los chilenos en el plebiscito del 4 de septiembre del 2022. El presidente Gabriel Boric afirmó esta noche que los dos procesos similares en dos años, ambos fracasados, "polarizaron el país", por lo que "la política ha quedado en deuda con Chile".
El mandatario invitó a "abandonar las trincheras y la imposición de visiones parciales" para atender los problemas prioritarios que apremian a los chilenos y, con una metáfora futbolística, pidió "pelota al piso, humildad y trabajo".
El resultado fue admitido también por el líder del Partido Republicano de extrema derecha, José Antonio Kast: "Una gran mayoría de chilenos ha rechazado la propuesta que nosotros impulsamos del Consejo Constitucional y reconocemos esa derrota", afirmó. "Mi esperanza es que hoy se cierra una etapa triste de nuestra historia", agregó.
Javier Macaya, el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI, de orientación pinochetista y del cual se escindió el grupo de dirigentes que formó el Partido Republicano) había coincidido poco antes. El resultado del plebiscito “es una muestra de un cansancio constitucional que tiene el país, y la responsabilidad que tenemos como partido es ser consecuentes con la ciudadanía”, dijo.
“Este tema queda cerrado; los chilenos están hastiados y lo que ha ocurrido hoy es la mejor demostración y el reflejo; nosotros damos por cerrado este tema”, agregó Macaya. Los medios chilenos reconocieron también que este contexto generó un fenómeno que llamaron “fatiga constitucional”.
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Boric, que impulsaba una iniciativa más progresista de carta magna que fuera rechazada en otro plebiscito en 2022, dijo al votar que valoraba el carácter democrático de la consulta cualquiera fuera su resultado. “Nuestro gobierno seguirá trabajando con las prioridades de la gente, independientemente de lo que suceda hoy", dijo el mandatario en su centro de votación en Santiago y agregó que la consulta “fortalece la democracia más allá del resultado”.
Más de 15 millones de personas estuvieron habilitadas para sufragar en 3.000 centros de votación en Chile y otras 120.000 en el exterior. Debido a la obligatoriedad de la votación, se percibieron largas filas en las comisarias para excusarse por estar a más de 200 kilómetros del lugar de sufragio.
Según datos de Carabineros, más de 300.000 personas realizaron la solicitud de manera online, de las cuales más de 200.000 fueron validadas en las comisarías de manera presencial. El número de solicitudes fue más del doble comparado con el primer proceso constitucional, en el que fueron cerca de 103.000 las excusas registradas.
Testimonios de figuras políticas sobre el plebiscito: "Prefiero algo malo a algo pésimo"
Otras figuras políticas se acercaron a votar en sus respectivas mesas, incluyendo los expresidentes Michelle Bachelet, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera. Bachelet, que se había manifestado “en contra” del borrador de nueva Constitución, afirmó este domingo que prefería “algo malo que algo pésimo”.
Lagos, que también es de centroizquierda y se oponía al nuevo texto, dijo que esperaba “que se cierre la discusión constitucional con un resultado claro” y que Chile saliera de la votación “más fuerte, más integrado”. El conservador Piñera, que estaba a favor, dijo al votar que Chile necesitaba “estabilidad y unidad”.
“Yo estoy seguro de que una de las dos opciones, y ustedes saben cuál es, cierra mejor el proceso y nos da mejores herramientas y oportunidades para empezar a derrotar a la delincuencia y la violencia que están desatadas en nuestro país”, dijo Piñera.
Kast, cuyo partido fue responsable de la mayor parte de la redacción del texto, dijo tras votar que esperaba que “sean muchas las personas que emitan su sufragio y que prime la paz, la cordura, la libertad y que gane el sentido común”.
ML