Trébol del Ártico es la base rusa ubicada en el Ártico, la segunda autónoma de ese país en una región considerada como un punto estratégico para los intereses de Moscú.
El lugar permite albergar hasta 150 personas al mismo tiempo durante 18 meses y posee una fuente de alimentación autónoma y es totalmente independiente del mundo exterior.
Sin embargo, los visitantes solo pueden acceder a las partes no clasificadas de la base, como las habitaciones, la cantina de los oficiales, un gimnasio y salas de conciertos, dado que hay otra infraestructura militar, como depósitos especializados e instalaciones de almacenamiento, a los que sólo se puede ingresar con un permiso especial.
La construcción es la segunda base militar de este tipo de Rusia. La primera, llamada el Trébol del Norte, se encuentra en la isla Kotelny, en el archipiélago de las Islas de Nueva Siberia, según consignó el sitio Rbth.com.
Víktor Litovkin, analista militar de la agencia TASS, explicó que este tipo de bases son necesarias principalmente por tres razones: “Para garantizar a Rusia el control de la ruta marítima del Norte, proteger esta región rica en recursos y controlar la actividad militar de otros países en el Ártico”.