INTERNACIONAL
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Cuáles son los nexos ocultos de la mafia con la Iglesia

Por qué la ’Ndrangheta calabresa se inquieta con Bergoglio. Críticas del argentino a la “doble moral” de los negocios y valores cristianos.

Peligro. Un fiscal italiano advirtió que el argentino Bergoglio podría ser víctima de la ‘Ndrangheta.
| AFP

Cada 2 de septiembre miles de peregrinos se congregan en el Santuario de la Virgen del Puño, entre las montañas del Aspromonte italiano, para acompañar la procesión de honor a la santa patrona de la región de Calabria.

Todo el mundo –también los curas– sabe que al frente de la caravana marchan los jefes de la ’Ndrangheta, la mafia calabresa, tan temible como devota. Año tras año, sus líderes aprovechan la celebración religiosa para reunirse a la luz del día y urdir estrategias, negocios y asesinatos. Para la Iglesia local, la presencia mafiosa no es más que parte de la tradición folclórica.

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Pero la fiesta de la Virgen del Puño es apenas la punta del iceberg. Los vínculos entre la mafia italiana y la estructura eclesiástica van más allá de la religiosidad casi pintoresca de los matones que rezan antes de disparar o que llenan sus guaridas de santos y cruces.

Para organizaciones criminales que mueven millones de dólares de origen ilícito, la opacidad del Banco del Vaticano ofreció durante muchos años una valiosa oportunidad para el lavado de dinero. La ofensiva del papa Francisco contra la corrupción y la “doble moral amenaza ahora con quebrar esa relación contra natura.

Ese contacto entre la ’Ndrangheta y la Iglesia es el tema del reciente libro Acqua Santissima, del fiscal italiano Nicola Gratteri y el historiador Antonio Nicaso. Esta semana, Gratteri afirmó que la embestida del Papa inquieta a los capos mafiosos de la provincia de Reggio Calabria (ver aparte).

Con un modelo de negocios a escala internacional (es la única organización criminal con presencia en los cinco continentes), la ’Ndrangheta se convirtió en la estructura mafiosa más fuerte de Italia, superando a la Cosa Nostra y a la Camorra. Se estima que la “familia” mueve entre 30 mil y 50 mil millones de dólares por año, en su mayor parte provenientes del tráfico de estupefacientes.

Según el informe encargado por Benedicto XVI a una comisión de cardenales luego del escándalo del VatiLeaks, revelado meses atrás por la prensa italiana, el funcionamiento del Instituto para las Obras de Religión (IOR) como “una enorme lavadora” habría permitido abrir cuentas en el Banco a los grupos mafiosos.

Como explican Gratteri y Nicaso, los pilares de la moderna estructura de la mafia calabresa ya no son los viejos capos de galera y voz ronca, sino hombres con manejo y proyección sobre el mundo de las finanzas.

A la vez que propone una reforma del IOR para neutralizar la influencia de esos personajes, el Papa predica contra la “doble moral”. Mafiosos y ciertos sacerdotes italianos se pueden sentir aludidos. “La Iglesia no es inmune a la influencia mafiosa, sobre todo en las parroquias –explicó Nicaso a PERFIL–. Existen múltiples puntos de contacto, desde las analogías en los ritos de iniciación hasta la gestión de los jefes en las procesiones religiosas para obtener visibilidad”.

La religiosidad de la ’Ndrangheta es tangible: cuando, en 2005, el capo Gregorio Bellocco cayó preso, la policía encontró en su búnker un crucifijo, un rosario rojo, la imagen de una virgen y una escultura de Jesús con la inscripción ‘Dios proteja este refugio’. Los miembros de la familia rezan a la Virgen de los Puños antes de cometer un asesinato. Y la iconografía de San Miguel Arcángel siempre acompaña los bautismos de fuego de los iniciados.

A lo largo de la historia, la mafia contribuyó a mantener la influencia social de la Iglesia italiana frente a la amenaza de la secularización. Tradicionalmente, la jerarquía eclesiástica devolvió el favor con indiferencia, silencio cómplice e incluso negación, por ejemplo, certificando la “buena conducta” de personajes mafiosos con cartas de referencia para evitarles la prisión.

Según Gratteri y Nicaso, esa ambigüedad se debe a que el Vaticano nunca bajó una línea precisa a las diócesis italianas sobre cómo actuar ante las organizaciones criminales. Francisco representa una oportunidad. “El Papa está desarrollando acciones hasta ahora inéditas en la lucha contra la mafia, la corrupción y el inframundo –valoró Nicaso–. Pero su idea de alejar a la Iglesia de la tentación del poder no les gustará a los que necesitan el calor de los poderosos para sobrevivir.”