INTERNACIONAL
HOY ES EL BALLOTTAGE

De la mano de Keiko, Perú decide sobre la vuelta del fujimorismo

La hija de Alberto Fujimori lidera los sondeos, pero Kuczynski recortó la brecha y se espera un final apretado.

Festivos. Los dos postulantes cerraron las campañas con clima de victoria. La líder de Fuerza Popular podría anular el juicio que envió a la cárcel a su padre, mientras que PPK anunció que le conceder
| AFP

Los peruanos acudirán hoy a las urnas para votar en un ballottage presidencial que, más allá de los perfiles políticos disímiles de los dos candidatos, no encierra grandes incógnitas desde el punto de vista económico: Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski proyectan un modelo similar para Perú, en el que los mandatos del mercado, la desregulación comercial y el capital privado serán pilares fundamentales. Aunque Fujimori parecía llegar a la segunda vuelta como favorita, las últimas encuestas señalan un empate técnico y pronostican un final cabeza a cabeza.

Aunque la hija del ex dictador aún lidera las intenciones de voto por un par de puntos porcentuales, su rival creció considerablemente entre los indecisos en la recta final de la campaña, sobre todo después de una masiva movilización el lunes pasado contra el posible regreso del fujimorismo al poder. Así, luego de que la candidata de izquierda Verónika Mendoza quedara fuera del ballottage, las preferencias de los votantes se dividen entre dos figuras de la derecha peruana que coinciden en los aspectos elementales de su visión liberal sobre la economía del país.

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Electorados. Mientras que Fujimori se hace fuerte entre los segmentos más pobres de la población, el economista Kuczynski es considerado como la opción favorita de los inversores, las clases medias urbanas y de los mercados financieros. Aunque esa preferencia no se debe a puntos de vista divergentes sobre las necesidades económicas de Perú, sino al hecho de que el recuerdo de Alberto Fujimori aún se asocia a un populismo de derecha que despierta tanta aversión entre la intelectualidad progresista como entre las elites socioeconómicas del país andino.

Por eso la campaña se convirtió en un virtual plebiscito acerca de la posibilidad de que el fujimorimo regrese al poder. Kenji Fujimori, hermano menor de Keiko y destacada figura de su equipo electoral, ha reconocido que las diferencias con Kuczynski en materia económica son leves. “Personalmente preferiría una segunda vuelta con la señora Mendoza, porque eso serviría para confrontar dos modelos económicos que son totalmente diferentes: el que defendemos nosotros y que ha permitido la reducción de la pobreza y el crecimiento económico del país, contra el modelo estatista, velasquista y chavista que ha llevado a la ruina y la quiebra de Perú”, declaró antes de la primera vuelta.

Patrón. Con excepción del período del fujimorato (1990-2000), desde los 80 los peruanos votaron sistemáticamente por el cambio en cada contienda presidencial. Esa tradición política le pasó factura al presidente saliente, Ollanta Humala, quien dejará el poder con bajos índices de aprobación pese a que la performance económica de Perú en el último lustro ha sido aceptable en comparación con la de otros países de la región.

Durante la gestión de Humala, el PBI creció a un ritmo anual promedio de 4,6%. El desempleo se mantuvo en torno al 6% y la inflación fluctuó en niveles razonables. La inversión extranjera directa dio vigor a sectores estratégicos como la minería. Sin embargo, el país aún adolece de los mismos problemas estructurales que hace veinte años: un núcleo duro de pobreza superior al 20%, un nivel de informalidad laboral que excede el 70%, una de las brechas entre ricos y pobres más amplias de la región y una dependencia de las exportaciones primarias que reflejan la falta de diversificación de su matriz económica.

Con recetas parecidas, Fujimori y Kuczynski pretenden hacer frente a esos grandes desafíos.

Investigan al “Montesinos” de Keiko

Un escándalo que estalló en los últimos días amenaza las chances electorales de Keiko Fujimori. La candidata presidencial de Fuerza Popular (FP) salió al cruce de las denuncias que vinculan a su entorno con una investigación de la DEA sobre lavado de dinero y narcotráfico. La joven de 41 años defendió a su postulante a la vicepresidencia y secretario interino de su agrupación, José Chlimper, y al ex ocupante de ese cargo, Joaquín Ramírez, a pesar de que éste se encuentra en la mira de la DEA desde 2012 y aquél entregó un audio aparentemente editado con el fin de desacreditar una acusación contra Ramírez.

Según una investigación publicada por La República, la agencia de Administración para el Control de Drogas norteamericana empezó a seguirle los pasos al congresista Ramírez –llamado el “Montesinos” de Keiko– por sus presuntos vínculos con una organización destinada al lavado de dinero. “Es parte de la guerra sucia. El ha dado un paso al costado y está enfrentando todas las investigaciones”, sostuvo recientemente la postulante sobre uno de sus financistas y hombres más cercanos. Su postulante a vice, en tanto, entregó un audio editado a un canal de televisión, en el que se manipulaba la declaración de un testigo, desligando a Ramírez de la investigación.