INTERNACIONAL
tension en egipto

Desafío a los militares en una masiva marcha para apoyar al derrocado Morsi

Islamistas. Los Hermanos Musulmanes organizaron la marcha.
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dpa/ap/ansa
Desde El Cairo
En un clima tenso, donde la violencia se respiraba en las principales calles del país, miles de partidarios del derrocado presidente islamista Mohamed Morsi participaron ayer en nuevas protestas en Egipto, a pesar de las amenazas de un inminente desalojo por la fuerza de las dos plazas que ocupan desde hace más de un mes en El Cairo. Tras la oración tradicional de los viernes, los manifestantes marcharon desde el centro de la capital egipcia hacia la plaza Rabaa al Adawiya, epicentro de las protestas.
Miles de manifestantes se manifestaron también en otras ciudades, principalmente en Alejandría y Asiut. En Fayum, al sur de El Cairo, partidarios de los Hermanos Musulmanes se enfrentaron con la policía, que lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos. Los choques dejaron 28 heridos y alertaron a todo el país.
En los diez últimos días, la crisis política se agravó con el fracaso de los numerosos intentos de mediación internacional y el anuncio del gobierno interino, instaurado por el ejército, de que las protestas de los partidarios de Morsi serán dispersadas por la fuerza tras el fin del ramadán, que concluyó el jueves.
La comunidad internacional teme una masacre. En un mes, más de 250 personas murieron –esencialmente partidarios de Morsi– en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o con los detractores del presidente derrocado. En las plazas Rabaa al Adawiya y Nahda de El Cairo, los manifestantes se atrincheraron con numerosos niños y mujeres.
El jueves por la noche, el primer ministro interino Hazem el Beblawi reiteró la amenaza de una intervención de las fuerzas de seguridad para dispersar las dos grandes sentadas convocadas por los Hermanos Musulmanes. “La situación se está acercando al momento que nosotros preferiríamos evitar”, advirtió el primer ministro.
Ante la gravedad de los enfrentamientos, el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, alertó ayer sobre una posible guerra civil en Egipto, país con el que Irán no tiene relaciones diplomáticas hace más de treinta años. “Nos inquieta lo que ocurre en Egipto. La posibilidad de una guerra civil se refuerza cada día. Esto es una catástrofe. Si la guerra civil comienza, nada podrá detenerlos”, declaró Jamenei, que condenó “la masacre de la población”.
El ejército de Egipto destituyó y arrestó a Morsi, primer presidente egipcio elegido democráticamente.