El famoso y gran esperado juicio a Donald Trump se acerca su fin y se espera que este fin de semana el Senado dicte su veredicto, luego que la defensa del ex Presidente estadounidense alegara que no tuvo ninguna responsabilidad en el asalto de sus seguidores al Congreso.
El Senado volverá a reunirse este sábado 13 de febrero a las 10H00 locales (15H00 GMT) para debatir si permitirá el testimonio de testigos y luego para los argumentos finales. Sin embargo, hasta ahora todo indica que los demócratas no lograrían el apoyo de un número suficiente de senadores republicanos para una condena.
Trump fue imputado el 13 de enero por parte de la Cámara de Representantes, del cargo “incitación a la insurrección” por el asalto al Capitolio que una multitud de sus seguidores llevó a cabo una semana antes, con el objetivo de boicotear la confirmación de la victoria electoral de Joe Biden. Desafortunadamente, la toma del Capitolio dejó cinco muertos.
Por su lado, los abogados defensores concluyeron el viernes sus argumentos en solo tres horas, acusando a los demócratas de perseguir al ex Presidente. Allí, el abogado defensor Michael van der Veen calificó la acusación como “inconstitucional” y de "acto de venganza política". "El Senado debe votar pronta y decisivamente para rechazarla", declaró.
Facebook ayudó al gobierno de EEUU a identificar a los atacantes al Capitolio
Además, los letrados sostuvieron que el discurso de Trump “fue retórico” y que no se le puede “responsabilizar de los desmanes de sus seguidores”. "Seamos claros: este juicio va mucho más lejos que el presidente Trump. Se trata de suprimir a 75 millones de votantes de Trump y de criminalizar sus puntos de vista políticos. De eso se trata realmente este juicio", expresó el abogado defensor Bruce Castor.
Al contrario, los legisladores que se desempeñan como fiscales alegaron que el ex mandatario avivó deliberadamente la tensión política tras perder la reelección ante Joe Biden el 3 de noviembre con una campaña de afirmaciones infundadas denunciando un fraude electoral masivo. Ahora bien, para condenarlo se necesitaría una mayoría de dos tercios, lo que significa que 17 republicanos necesitarían unirse a los 50 demócratas del Senado.
Como consecuencia de una condena, se le quitarán los beneficios que gozan los ex Jefes de Estado según la Ley de Expresidentes (1958) que incluyen una pensión, seguro médico, un presupuesto para viajes de hasta US$1 millón y una serie de medidas de seguridad, todo ello pagado por los contribuyentes. Además, estará inhabilitado para desempeñar cargos públicos en el futuro.
Pese a que el ex presidente parecería ir camino a la absolución, incluso unos pocos votos republicanos en su contra dejarían una marca histórica en su presidencia. En ese sentido, cabe destacar que Trump es el único presidente que pasó dos juicios políticos, y es el primero que lo hace luego de dejar la Casa Blanca.
AFP/CFT