Una nueva masacre protagonizada por un tirador en una escuela golpeó ayer a Estados Unidos. Diez estudiantes murieron y otra decena resultó herida cuando uno de sus compañeros abrió fuego en una escuela secundaria de Texas. En lo que va del 2018, fueron asesinadas 101 personas en tiroteos masivos, lo que generó reclamos por un mayor control de armas, que aún no fueron atendidos por la Casa Blanca.
El tiroteo tuvo lugar al comienzo de la jornada escolar en el Santa Fe High School, en la localidad del mismo nombre, ubicada a unos 50 kilómetros al sureste de Houston. “Hay múltiples muertes”, dijo el alguacil del condado de Harris, Ed González. “La mayoría son estudiantes”, agregó, responsabilizando de la masacre a un alumno de la propia institución.
Al menos seis personas fueron hospitalizadas, incluido un policía, dijo el jefe de policía del distrito escolar de Santa Fe, Walter Braun. Fuentes del hospital dijeron que una de las víctimas estaba en estado crítico. Braun también dijo que se habían encontrado “artefactos explosivos” en la escuela y en las “áreas circundantes” y pidió a la población tener cautela.
Tirador. El adolescente sospechoso fue detenido y quedó bajo custodia de la policía. Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, habría utilizado armas registradas a nombre de su padre para perpetrar el ataque. En sus redes sociales, el joven habría publicado imágenes de armas, fotos con símbolos nazis y una camiseta con el lema “Born to kill” (“Nacido para matar”). Además de Pagourtzis, la policía interrogó a otra persona en relación con el tiroteo.
“Alguien entró con un rifle y comenzó a disparar”, dijo una testigo al canal local KTRK. Richard Allen, padre de uno de los alumnos, aseguró que “alguien ingresó al salón de arte y comenzó a disparar a muchos de los chicos”. Los estudiantes huyeron, mientras decenas de policías acordonaban el campus.
Epidemia. Según la organización no gubernamental Gun Violence Archive, más de 5.400 personas murieron este año en incidentes con armas de fuego, un centenar de ellas en tiroteos masivos. El tiroteo de ayer sucedió tres meses después del ocurrido en la escuela secundaria Marjory Douglas Stoneman en Parkland, Florida, que motivó un movimiento estudiantil que reclamó mayor regulación en la tenencia de armas de fuego. En marzo miles de personas se manifestaron en Washington para pedir el fin de la “epidemia de violencia armada”, en una protesta llamada March for our lives. Uno de sus líderes, David Hogg, sobreviviente de Parkland, envió ayer un mensaje a las víctimas y sobrevivientes de Santa Fe: “Estamos luchando por ustedes”. “No podemos permitir que esto siga siendo la norma”, dijo otra alumna de Parkland, Delaney Tarr.
Según una investigación de The Washington Post, más de 214 mil estudiantes sufrieron episodios violentos vinculados a armas de fuego desde la masacre de Columbine en 1999. Una encuesta divulgada en abril por ese diario y ABC News reveló que el 57% de los consultados está a favor de nuevas leyes sobre armas, frente a un 34% que se inclina por salvaguardar la tenencia. Esa posición aumenta aún más entre los jóvenes: siete de cada votantes menores de 30 años dicen que la regulación de armas es su principal prioridad a la hora de decidir a quién votarán en noviembre de 2018.
Política. En las elecciones presidenciales de 2016, el lobby de las armas financió en masa la campaña de Donald Trump. La Asociación Nacional del Rifle aportó 11 millones de dólares al republicano, mientras que gastó 19 millones de dólares para cuestionar a su rival demócrata Hillary Clinton.
Planeaba suicidarse después de la masacre
Dimitrios Pagourtzis, el presunto asesino de nueve estudiantes y un profesor, planeaba sucidarse. Según información obtenida de su teléfono y computadora, el atacante tenía esa intención tras la matanza. Sin embargo, fue detenido antes por las autoridades. “No solo quería perpetrar el tiroteo, sino que quería suicidarse después”, dijo el gobernador Greg Abbott. “Tenemos dos metas, la primera es resolver este tema de forma correcta y asegurar el apoyo necesario a las víctimas; en segundo lugar es hora de hacer algo más que rezar por ellos”, agregó el funcionario.