El juicio contra el médico del cantante, Conrad Murray, comenzó con todos los ingredientes de una película: el recuerdo al músico, la vehemencia de sus fans, acusaciones cruzadas de los abogados en torno a su posible negligencia. Pero lo más impactante fue la exposición de la última foto tomada al rey del pop, pocos minutos antes de morir.
Ante la presencia de los padres de Jackson, Katherine y Joe, y sus hermanos Jermaine, Janet, La Toya, Randy, Tito y Rebbie, se mostró una foto hasta ahora inédita del cuerpo de Jackson cubierto de blanco en una camilla de hospital.
Asimismo, el jurado escuchó la grabación de una conversación entre Jackson, aparentemente muy drogado, y Murray. El audio pretendía sugerir que el doctor estaba muy al tanto de cuán enfermo estaba su paciente. Además se mostraron videos en los que se ve al artista ensayar los temas "The Way You Make Me Feel" y "Earth Song", en su último ensayo previo a su muerte.
En el alegato de apertura de la parte acusadora, el fiscal David Walgren sostuvo que "Conrad Murray actuó reiteradamente con una grave negligencia, negando en repetidas ocasiones una atención adecuada a su paciente".
Según la fiscalía, Murray estaba más motivado por su contrato de 150.000 dólares al mes que por su deber de cuidar al cantante. El profesional, de 58 años, enfrenta hasta cuatro años de cárcel si el jurado lo declara culpable.
Según Kenny Ortega, el primer testigo llamado al estrado y director de la serie de shows que iba a dar Jackson en Londres, el artista planeaba llevar el espectáculo a una gira mundial y luego dedicarse al cine, lo que iba a incluir una versión fílmica de su videoclip "Thriller".
En tanto, unos 300 seguidores se manifestaban frente a la corte en el centro de la ciudad, y algunos gritaron furiosamente "¡asesino!" cuando Murray llegó en medio de fuertes medidas de seguridad. "Tendría que haber sido acusado de asesinato en segundo grado", dijo Erin Jacobs, jefe del grupo de fans "Justice4mj".
La explicación de Murray. De acuerdo con la defensa, Michael Jackson "causó su propia muerte" al tomar sedantes cuando estaba fuera de la vigilancia de su doctor, apenas comenzó el juicio por homicidio involuntario.
El abogado de Murray afirmó que Jackson tomó dos fármacos distintos mientras el doctor estaba fuera de la habitación, en la mansión de la estrella en el adinerado barrio de Holmby Hills, al oeste de Los Angeles, informó la agencia AFP.
Jackson "realizó una acción que causó su propia muerte", dijo el abogado de Murray, Ed Chernoff, en su alegato de apertura en la Corte Superior de Los Ángeles. El artista ingirió ocho pastillas de 2 mg de Lorazepam, una cantidad que podría poner a dormir a seis personas, aseguró.
Además, "la evidencia científica les mostrará que cuando Murray salió de la habitación, Michael Jackson se administró a sí mismo una dosis de Propofol que, junto al Lorazepam, creó una tormenta perfecta en su cuerpo" que "lo mató instantáneamente" el 25 de junio de 2009, cuando tenía 50 años.
Según la acusación, el doctor le dio una sobredosis de Propofol -un poderoso sedante usado en intervenciones quirúrgicas al que Jackson se refería como su "leche", por su color blanquecino- y luego abandonó al paciente.
Murray, un médico cardiólogo, nunca negó que le dio al cantante Propofol, un sedante que normalmente se utiliza como anestésico durante cirugías, pero rechaza las acusaciones de haber "abandonado a su paciente" en un momento crítico y, finalmente, fatal.
Chernoff replicó que Murray le dio el Propofol al ícono del pop sólo después de que el artista le rogó por ello: "Si no duermo, si no consigo dormir, no puedo hacer el ensayo. Y si no ensayo, no puedo hacer el show, y fracasaré", se supone que dijo Jackson.
