Colombia atraviesa un espiral de violencia que dejó al menos 18 muertos producto de atentados en las principales ciudades. A un año de las elecciones presidenciales, el país liderado por Gustavo Petro está conmocionado por una serie de ataques que incluyeron el uso de drones, bombas y el magnicidio de Miguel Uribe Turbay, el líder político de la derecha y de retórica "anti guerrilla" que planeaba postularse a los comicios de 2026.
El país sudamericano vivió una jornada sangrienta que comenzó el jueves 22 de agosto y se extendió hasta este viernes por ataques guerrilleros, en medio de frustradas negociaciones de paz. Un dron derribó por primera vez un helicóptero policial y un camión bomba estalló a plena luz del día en una calle concurrida de Cali, la tercera ciudad más poblada. A esto se suma una seguidilla de recientes atentados, entre ellos el magnicidio de un candidato presidencial, en lo que constituye la peor ola de violencia en una década.

Desde que llegó al poder en 2022, el presidente Petro apostó por negociar una salida pacífica al conflicto con los grupos que no entregaron las armas tras el histórico acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las FARC. Según expertos citados por AFP, los dos gobiernos que siguieron a la firma del pacto no lograron ocupar los territorios dejados por los desmovilizados, lo que permitió la consolidación de otras organizaciones. Además, la presume que los ataques no fueron coordinados entre sí, pero dan cuenta de una atomización de los grupos en guerra contra el Estado y enfrentados entre sí por el rentable botín del narcotráfico.
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"Lo que buscan es efectivamente lograr poner al gobierno nacional contra las cuerdas y generar un ambiente de zozobra que tiene mucho que ver con las elecciones del 2026", sostuvo Laura Bonilla, subdirectora de la fundación Paz y Reconciliación.
Las claves de la violencia en Colombia
1. Uso de drones
De manera contraria al uso sofisticado en guerras como la de Ucrania, donde se registran operaciones militares con drones "kamikaze", los guerrilleros lanzan explosivos artesanales desde drones comerciales. Son baratos, fáciles de utilizar, se compran por internet y no están regulados. "Desde el 26 de abril de 2024 que se registró el primer ataque hasta hoy serían más de 700 incidentes con dron reportados", indicó una fuente del Ejército a AFP.

Las regiones plagadas de narcocultivos en el suroeste del país y la frontera con Venezuela son los puntos más afectados. Allí el zumbido de uno de esos aparatos es una señal de alerta que espanta a todos alrededor.
Aunque suelen ir dirigidos contra fuerzas de seguridad, en el medio decenas de civiles han muerto, según el Comité Internacional de la Cruz Roja. Entre enero y mayo, la organización documentó 524 víctimas de artefactos explosivos, un aumento del 145% con respecto al mismo periodo del año anterior, impulsado especialmente por el uso de drones.
La organización registró en ese lapso 137 heridos o fallecidos por artefactos lanzados, un aumento del 342%. La espectacular caída el jueves de un helicóptero en las montañas de Antioquia (noroeste) tras un ataque con dron alertó sobre un nuevo nivel de sofisticación. Trece policías fallecieron. Por su parte, el estado colombiano todavía no utiliza drones de combate contra la guerrilla.

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2. Negociaciones frustradas
Expertos señalan al gobierno de Iván Duque (2018-2022), asociado a la derecha del espectro político, de no implementar el acuerdo de paz y desaprovechar un momento clave para retomar el control del Estado en las zonas apartadas donde los grupos armados son la autoridad de facto.
Y luego al primer gobierno de izquierda en la historia del país por una política de paz y seguridad que no ha funcionado. "Estas negociaciones no avanzaron como deberían avanzar, una estrategia muy mal planteada desde el inicio, sin un objetivo claro, sin tiempos claros, sin unos pasos claros y esto le permitió a los grupos seguir operando mientras se fortalecían", indicó Óscar Palma, profesor de la Universidad del Rosario.
En tanto, la guerra se recrudeció con el combustible de la cocaína que alcanza picos históricos en el país que más produce el polvo blanco. En 2023, la producción de esta droga se disparó un 53% hasta alcanzar las 2.600 toneladas anuales, según la ONU.

3. Elecciones 2026
La violencia marca la campaña de cara a las elecciones y revive los fantasmas de los peores años del conflicto, que detuvo con asesinatos a disparos las aspiraciones presidenciales de cinco candidatos en el siglo XX. "Cualquier atentado que mate civiles quiere decir que estamos fallando en inteligencia" y "también que estamos fallando en las estrategias de negociación" de paz, explica Bonilla.
Dos tiros en la cabeza mataron al senador Miguel Uribe, el candidato favorito de la derecha. Su partido, el Centro Democrático, ha enarbolado tradicionalmente las banderas de mano dura contra los grupos armados bajo el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010). Para sumar a la tensión latente, el exmandatario enfrenta en primera instancia una condena a 12 años de prisión domiciliaria por soborno en un caso sobre sus vínculos con sangrientos paramilitares antiguerrillas.
CD / Gi