Las fuerzas armadas estadounidenses calificaron ayer de “éxito” los bombardeos realizados en la madrugada en Irak contra una milicia proiraní y anunciaron que mantendrán ahora dos portaaviones en Oriente Medio para responder a la amenaza de Irán.
“Consideramos que ha sido un éxito en todos los lugares (atacados) y estamos muy satisfechos por el nivel de daños que hemos podido infligir”, declaró en el Pentágono el general Kenneth F. McKenzie, jefe del Comando Central del ejército estadounidense, que abarca las regiones de Oriente Medio y Asia Central.
La aviación estadounidense bombardeó cinco posiciones cerca de Bagdad de Hashd Al Shaabi, las Brigadas de Hezbollah, una milicia proiraní de la que algunos elementos integraron el ejército iraquí, en represalia por la muerte de dos militares estadounidenses y otro británico en un ataque con cohetes contra una base de la coalición internacional en Irak.
Acusaciones. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, culpó del ataque contra la base aérea de Taji a milicias chiitas respaldadas por Irán. El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor estadounidense, dijo que treinta cohetes fueron disparados, 18 de los cuales alcanzaron la base.
Según McKenzie, la represalia la realizaron aviones equipados con armamento de precisión para infligir “el menor número de daños colaterales”.
“Aún no tengo cifras (...), pero creemos que los daños colaterales fueron muy limitados”, añadió.
El ejército iraquí señalo que los bombardeos mataron a tres militares y dos policías en la gobernación de Babilonia, centro de Irak, y a un civil que trabajaba en la obra de un aeropuerto en construcción en Kerbala.
“Quiero resaltar que esos bombardeos defensivos tenían como objetivo destruir armas convencionales sofisticadas suministradas por Irán y que Estados Unidos actuó en defensa propia, respondiendo a un ataque directo y deliberado contra una base iraquí que alberga fuerzas de la coalición”, dijo el general McKenzie.
El comandante norteamericano dijo que la amenaza que supone el régimen iraní “sigue siendo muy alta. No creo que las tensiones disminuyeron” desde la muerte en enero del poderoso general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo estadounidense en Bagdad.
El jefe del Comando Central explicó que obtuvo del secretario de Defensa, Mark Esper, un permiso para mantener dos portaaviones en la región por primera vez desde 2012. “Tenemos la flexibilidad, la capacidad y la voluntad para responder a cualquier amenaza”, aseguró.
Irán. Por su parte, Irán advirtió ayer al presidente Donald Trump de los riesgos de una “acción peligrosa” , después del bombardeo a las posiciones de la milicia proiraní en Irak.
“En lugar de llevar a cabo acciones peligrosas y lanzar acusaciones sin fundamento, Trump debería reconsiderar la presencia y comportamiento de sus tropas en la región”, dijo el portavoz de la cancillería iraní, Abbas Moussavi.
“Estados Unidos no puede culpar a los demás por las consecuencias de su presencia ilegal en Irak y las reacciones de su pueblo al asesinato de comandantes y combatientes iraquíes”, agregó el vocero.