Estados Unidos anunció ayer el despliegue de su principal portaaviones y su flotilla acompañante para “contrarrestar el narcoterrorismo” en América Latina, en una decisión que aumenta de manera considerable la tensión con Venezuela, cuyo gobierno afirma que es una operación encubierta para derrocarlo.
En medio de esta crisis, anoche las fuerzas estadounidenses hicieron volar otra narcolancha con seis tripulantes a bordo.
Al menos 43 personas han muerto en el Caribe y en el Pacífico desde que Washington inició su actual campaña sin precedentes de ataques letales mediante misiles en la región, el 2 de septiembre.
Estados Unidos comenzó a movilizar en agosto destructores, un submarino y barcos con fuerzas especiales en aguas internacionales del Caribe, con el supuesto propósito de combatir el tráfico de drogas.
Aunque ha habido regularmente presencia de portaaviones para ejercicios de entrenamiento con fuerzas de países vecinos, es la primera vez que el Pentágono utiliza una fuerza de esta magnitud en América Latina contra el narcotráfico.
El despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford se produce “en apoyo a la directiva del presidente de desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en la red X.
Destruyen otra narcolancha. Horas antes de este anuncio, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, informó el décimo ataque contra una presunta narcolancha, con un balance de seis muertos.
La embarcación destruida el jueves a la noche operaba para el cartel Tren de Aragua, aseguró el secretario de Defensa. “Nuestros servicios de inteligencia sabían que la embarcación estaba involucrada en el contrabando de narcóticos. El ataque tuvo lugar en aguas internacionales”, apuntó el funcionario, para dejar claro que no fue contra ningún país en particular.
“Si eres un narcoterrorista que contrabandea narcóticos en nuestro hemisferio te trataremos como tratamos a Al Qaeda”, sostuvo el jefe del Pentágono, en referencia a la organización terrorista liderada por Osama bin Laden. “Ya sea de día o de noche, rastrearemos tus rutas, perseguiremos a tu gente, te cazaremos y te mataremos”, enfatizó.
Este fue el primer ataque nocturno en la zona, explicó Hegseth, que acompañó su mensaje con un video en blanco y negro en el que se ve una lancha que circula a velocidad normal, hasta que explota.
Antiterrorismo. El presidente republicano avisó al inicio de su actual mandato que estaba dispuesto a utilizar todo el potencial militar estadounidense para acabar con las rutas del narcotráfico y con los carteles.
Para ello declaró “organizaciones terroristas” a los carteles como el de Sinaloa (México) o Tren de Aragua (Venezuela), mediante decreto presidencial.
Esto le permitió a Washington, según el gobierno, utilizar las mismas herramientas que usó durante dos décadas en todo el mundo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 de Al Qaeda.
Estados Unidos está en “conflicto armado” con los carteles de la droga, explicó Trump en una carta enviada al Congreso.
Trump asegura que el tráfico marítimo de droga prácticamente ha sido erradicado. Sin embargo, el ritmo de los ataques con misiles contra las embarcaciones se ha incrementado.
Al mismo tiempo, el presidente evoca de manera creciente que está dispuesto a emprenderla contra los intereses “narcoterroristas” en tierra firme, sin aclarar dónde. Trump llegó a confirmar que la CIA (la agencia de inteligencia) podría llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela.
El jueves, Washington anunció junto a Trinidad y Tobago ejercicios militares conjuntos frente a las costas de Venezuela con el buque de guerra USS Gravely.
El gobierno de Trinidad y Tobago ha brindado “categóricamente su claro apoyo a la intervención militar en curso”.
Reacción. Venezuela ha movilizado tropas y milicias ante la amenaza estadounidense.
El presidente Nicolás Maduro, acusado por el gobierno estadounidense y encausado oficialmente ante un tribunal en Nueva York por supuestamente encabezar el denominado Cartel de los Soles, sostiene que la verdadera intención de Washington es promover un cambio de régimen en su país.
La oposición demócrata en el Congreso también ha exigido explicaciones. La Constitución explicita que el Congreso debe autorizar expresamente una declaración de guerra.
Trump declaró que está dispuesto a enviar a Hegseth ante el Congreso para dar explicaciones antes de pasar a una nueva fase en tierra.