El volantazo hacia la derecha en Italia cuenta con otro protagonista, el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana. Tiene una artillería importante de “antis”: es antiaborto, antimatrimonio homosexual, antieutanasia. Ultraconservador, tradicionalista y de derecha, antepone su fe católica contra el aborto que define como “la principal causa de femicidio en el mundo”. Fontana organizó una manifestación en contra del aborto en Verona, donde nació. Dicha movilización es recordada por el souvenir repartido: fetos de plástico.
Con el nombramiento en puerta, los legisladores de izquierda desplegaron una bandera en la que se podía leer “no a un presidente homófobo”. Fontana también tiene algunos “pro”. Se define como “pro-familia” y afirma que “las únicas familias son las que tienen un padre y una madre, no esas otras asquerosidades”. En otra ocasión dijo que las familias gay no existen. Con cargos que parecen relacionarse con sus pensamientos, fue ministro de Familia y Discapacidad, entre 2018 y 2019, y luego ministro de Asuntos Europeos durante dos cortos meses tras su paso por la cartera anterior.
En su postura con respecto a temas de relaciones exteriores aparece otro “anti”: Fontana se presenta en contra de la inmigración y forma así un cóctel, con un poco de todo, en su siguiente declaración: “Los matrimonios homosexuales y la teoría de género, por un lado, y la inmigración masiva por el otro, tienen como objetivo borrar nuestra comunidad y nuestras tradiciones, la cancelación de nuestra gente”. Dicha afirmación se sostiene con la Teoría del Reemplazo, o también conocida como Teoría de la Cancelación que, con tintes conspiranoides, afirma que la población blanca está siendo reemplazada por migrantes y refugiados de todo el mundo. Esta línea define a las migraciones como invasiones.
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En cuanto a la guerra entre Ucrania y Rusia, Fontana se posicionó abiertamente junto a Putin con una camiseta que clamaba “no a las sanciones contra Rusia”. El nuevo presidente de la Cámara Baja cree que Moscú es “la referencia para aquellos que creen en un modelo de identidad de la sociedad”. En 2014, con la anexión de Crimea, Fontana hizo una visita al Kremlin. Por aquel momento afirmó: “El pueblo de Crimea siente haber regresado a la casa madre, la Unión Europea debería dar un paso atrás”. Su relación con el bloque europeo no es muy dulce, sus opositores dicen que está en contra de la UE. Al ex ministro le agrada el ex presidente estadounidense Donald Trump y critica al actual, Joe Biden: “Probablemente, el demócrata sea consciente de lo que sucederá en las elecciones de medio término, donde ganarán los patriotas republicanos”.
