Según informó hoy el diario trasandino Ultimas Noticias del país vecino, uno de los 33 mineros atrapados desde hace 24 días en Copiapó rehuye a las cámaras y se resiste a saludar a sus familiares, que no han tenido contacto con él desde quedó el grupo sepultado en la mina de San José, en el desierto de Atacama.
Mario Sepílveda, el minero 'conductor' de las filmaciones, explicó esta particular situación: "Ariel Ticona es el único que falta que salude a su familia. Dice que los que lo conocen bien saben por qué no quiere. Igual él está súper contento, súper feliz, dice que a su señora la ama mucho y a su hermano igual".
Es que muchos de los mineros están muy afectados psicológicamente a 700 metros bajo tierra, con 35 grados, pese a que desde el domingo pasado los equipos de rescate les envían sondas con agua, alimentos y medicamentos. Sin embargo, el rescate podría demorar meses.
Otro de los mineros que se negaba a enviar unas palabras a sus seres queridos, Richard Villarroel, rompió al final su silencio. Con voz quebrada, dijo que "A mi señora, que debe estar esperando en la casita con su guatita, solo quiero decirle que... Voy a salir pronto. Los amo, chao".