En un viaje difícil y sin precedentes, el papa Francisco por primera vez en la historia pondrá un pie en Irak, en su primer viaje desde que se declaró la pandemia, estará del 5 al 8 de marzo, en medio de la emergencia por el coronavirus y con el eco de ataques y bombardeos, incluso en las últimas semanas.
"Voy como peregrino a implorar al Señor perdón y reconciliación tras años de guerra y terrorismo. Y voy entre ustedes como un peregrino de la paz", dijo el pontífice hoy, en víspera de su viaje. la víspera de su viaje de cuatro días (del 5 al 8 de marzo).
Francisco emprende el viernes una visita histórica, bajo enormes medidas de seguridad, a un país confinado por la pandemia y azotado por años de violencia.
"Voy como peregrino a implorar al Señor perdón y reconciliación tras años de guerra y terrorismo".
"Anhelo conocerlos, ver sus caras, visitar su tierra, antigua y extraordinaria, cuna de la civilización", reconoció el pontífice argentino, quien quiso cumplir el sueño que el papa Juan Pablo II jamás llegó a realizar. "Voy como un peregrino de la paz en busca de la fraternidad, animado por el deseo de rezar juntos y caminar juntos también con hermanos y hermanas de otras religiones", recalcó al referirse a un país eminentemente musulmán donde los pocos cristianos que han logrado permanecer han sufrido amenazas y agresiones.
En su mensaje, Francisco se dirige a musulmanes, judíos y cristianos, "una sola familia", dice, y los anima a "seguir adelante", a no rendirse, a reconstruir y curar heridas. "A vosotros, cristianos, musulmanes; a vosotros, pueblos, como los yazidíes, que han sufrido tanto; a todos vosotros. Voy a vuestra tierra bendita y herida como peregrino de la esperanza", explicó.
"Es un honor para mí encontrarme con una Iglesia martirizada: ¡Gracias por su testimonio! Que los muchos, demasiados mártires que has conocido nos ayuden a perseverar en la humilde fuerza del amor", añadió. La iglesia "los anima a seguir adelante". "No permitamos que prevalezca el terrible sufrimiento que han experimentado y que tanto me entristece", agregó.
Será un viaje sin aglomeraciones y abrazos, debido a la emergencia sanitaria, en un país en el que recién hoy llegaron las primeras 50 mil vacunas, donadas por China.
También se prevé un fuerte dispositivo de seguridad, con un Pontífice que, al llegar a su 33º viaje internacional (el 52º país visitado), probablemente se subirá a un vehículo blindado, algo que hasta ahora no había aceptado.
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El Papa Francisco estará en Irak del 5 al 8 de marzo y visitará no sólo Bagdad sino también Nayaf, Ur de los caldeos, Nassiriya, Erbil, Mosul y Qaraqosh.
“Es el primer viaje que hace el Papa tras la interrupción por la emergencia sanitaria del Covid-19 y significativamente eligió Irak, un país atormentado. El mensaje principal será que todos los integrantes del país, en todos los niveles, den su contribución para una reconstrucción, para un renacimiento”, subrayó el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
El viaje, con la pandemia en marcha, “es un gesto de amor por esa tierra, su gente, los cristianos”, aseguró el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, y remarcó que, “como cualquier gesto de amor, puede ser extremo”.
Bruni precisó que no habrá aglomeraciones en las citas del Papa, mientras cientos de personas que asistirán a sus celebraciones deberán respetar las reglas de distanciamiento.
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El acto más concurrido será en Erbil, en el estadio, donde se celebrará la misa; el estadio tiene una capacidad de 30 mil personas y las entradas para los participantes son 10 mil.
Un vehículo blindado está siempre “disponible en los viajes del Papa. En este viaje es muy probable que se utilice”, agregó Bruni en la sesión informativa con los periodistas.
El Papa siempre se moverá por las ciudades con un coche cerrado, mientras un automóvil abierto, como el clásico “papamóvil”, sólo podrá usarse en Erbil.
El Papa llegará a Bagdad este viernes a las dos de la tarde locales, y se reunirá con las autoridades civiles y religiosas del país.
Bergoglio recibirá a los obispos, sacerdotes y religiosos en la Catedral de Nuestra Señora de la Salvación, donde 58 personas murieron durante una misa en un ataque de terroristas islámicos el 31 de octubre de 2010.
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En tanto, el sábado volará hacia el sur, en la zona de Nassirya, mientras que en Nayaf, la ciudad santa de los chiítas, tendrá lugar el histórico encuentro con el gran ayatolá Sayyd Alì Al-Sistani, una cita a raíz de su encíclica “Fratelli Tutti”.
Luego será la ocasión del encuentro interreligioso en Ur de los caldeos, casa de Abraham, padre de las tres religiones monoteístas. Se leerán pasajes de la Biblia pero también del Corán y estarán presentes los yazidíes, una minoría perseguida durante siglos, y en los últimos tiempos por Estado Islámico, junto con los cristianos.
A su regreso a Bagdad, el Papa celebrará la misa en la Catedral de San José y presidirá por primera vez una celebración en rito caldeo.
Por último, el domingo el Papa estará en el norte, en Erbil, en el Kurdistán iraquí, donde hará una primera etapa en Mosul, para una oración por las víctimas de la guerra, y luego en Qaraqosh, el pueblo que vivió la violencia de EI con la expulsión, en agosto de 2014, de los cristianos que aquí vivían.
El lunes, tras los saludos de despedida, Francisco partirá hacia Roma donde está prevista la llegada al aeropuerto de Ciampino para las 12.45 locales.
SF
