El príncipe Andrés de Inglaterra y la estadounidense Virginia Giuffre llegaron a un acuerdo en una demanda por agresión sexual por una suma no especificada, según documentos judiciales presentados este martes 15 de febrero.
En una carta enviada a un juez de Nueva York en nombre de ambas partes, el abogado de Giuffre, David Boies, escribió que "llegaron a un acuerdo extrajudicial", sin revelar los términos financieros.
"Él se compromete a mostrar su arrepentimiento por su asociación con Epstein apoyando la lucha contra los daños del tráfico sexual y apoyando a sus víctimas", dijo la carta sobre el hijo de la reina Isabel II.
Como parte del acuerdo, el príncipe y duque de York hará una "donación sustancial" a una organización benéfica fundada por Giuffre que apoya a las víctimas del tráfico sexual, dijo Boies.
La mujer dijo que fue obligada a mantener relaciones sexuales con Andrés cuando tenía 17 años y era menor de edad según la ley estadounidense, tras conocerlo a través del financiero estadounidense Jeffrey Epstein, quien se suicidó en prisión hace dos años mientras esperaba un juicio por delitos sexuales.
Giuffre, que ahora tiene 38 años, acusó Andrés de agredirla sexualmente en la casa de Londres de la integrante del jet set y amiga de Epstein Ghislaine Maxwell después de una noche de fiesta en marzo de 2001.
El príncipe Andrés fue despojado de sus cargos militares
El príncipe Andrés llegó a un acuerdo y evitará el juicio por jurado
Tras el acuerdo, el príncipe, de 61 años, que no fue inculpado penalmente y negó las acusaciones, no irá a un juicio con jurado y ya no será interrogado bajo juramento por los abogados de Giuffre.
"Las partes presentarán una desestimación estipulada una vez que la Sra. Giuffre reciba el acuerdo (cuya suma no se revela)", señaló el documento. "El príncipe Andrés nunca tuvo la intención de difamar la personalidad de la Sra. Giuffre, y acepta que ella ha sufrido tanto como víctima establecida de abuso como resultado de ataques públicos injustos", agregó.
Andrés, el segundo hijo de la reina Isabel II, se retiró de la vida pública como miembro de la realeza en 2019 después de una entrevista de la BBC en la que buscó reivindicarse de la acusación pero que fue ampliamente criticada, porque no mostró ningún arrepentimiento o empatía por las víctimas del estadounidense y negó haber participado en sus abusos.
Bajo presión, el duque de York, ya no puede utilizar su título de Alteza Real.
Impopular, caído en desgracia y considerado una mancha para la monarquía, Andrés fue despojado de sus títulos militares honorarios y funciones caritativas después de que el juez de Nueva York Lewis Kaplan rechazara su petición de desestimar el caso de Giuffre.
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Un respiro para la atribulada familia real británica
El acuerdo entre el príncipe Andrés y Virginia Giuffre permitirá a la familia real británica "pasar página" y preservar la imagen de la monarquía, el año en que Isabel II celebra su jubileo de platino, en opinión de la periodista y biógrafa Penny Junor, experta en la familia real británica.
"Si Andrés deja de atraer la atención, si su nombre ya no aparece en los periódicos (...) creo que la familia puede pasar a otra cosa" y "todo el mundo puede seguir adelante", dijo.
Junor considera que el acuerdo anunciado es "bueno para la familia", pero señala que "significa, por supuesto, que nunca sabremos si Andrés es inocente o culpable". "Y significa, en mi opinión, que nunca podrá volver a tener ningún tipo de función real", agrega.
Desaparecida ahora la amenaza de un juicio, la familia real puede desviar la atención de la prensa hacia su campaña de comunicación por el Jubileo de Platino, las celebraciones en 2022 de los 70 años de reinado de Isabel II.
Durante cuatro días a principios de junio están previstos en todo el país festejos en honor de la monarca más longeva de la historia, con un desfile militar, un concierto en Londres, un concurso de postres, miles de fiestas callejeras y mucho más.
La reina, de 95 años, confía en que el año del Jubileo será crucial para reavivar el amor de la población hacia una familia real recientemente sacudida por varios escándalos como la marcha del príncipe Enrique y su esposa Meghan a Estados Unidos, desde donde lanzaron acusaciones de racismo.
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La reina, cuya salud se debilitó en octubre, cede cada vez más responsabilidades a su hijo mayor, Carlos, de 73 años, y recientemente expresó su deseo de que la esposa del heredero, Camilla Parker Bowles, se convierta en "reina consorte" tras su muerte.
La próxima amenaza para la popularidad de la Casa de Windsor llegará desde el otro lado del Atlántico, ya que el príncipe Harry -hijo de Carlos y nieto de Isabel- publicará un libro con sus memorias que "sacudirá la monarquía".
Junor espera que "este año la atención se centre en la reina y sus logros, no en otros miembros de la familia". "Espero que Enrique y Megan se mantengan callados en Estados Unidos y no hagan nada polémico o perturbador en este año de celebraciones para la reina", concluye.