Mientras el mundo entero se encuentra en una emergencia sanitaria inédita, el Senado de Bolivia aprobó la celebración de elecciones presidenciales, que movilizarán a unos 7 millones de electores en el país vecino en plena pandemia del coronavirus. Hasta el momento, más de mil bolivianos fueron infectados por el virus, que además se cobró la vida de 62 personas.
Por presión del líder del Movimiento Al Socialismo, Evo Morales, la presidenta del Congreso, Eva Copa, promulgó este jueves la ley de convocatoria a elecciones generales en un plazo de 90 días, luego que la mandataria interina Jeanine Áñez se negara a hacerlo alegando que el país se encuentra en emergencia y pese a una ruidosa protesta que se celebró en las cuatro ciudades más importantes del país, incluida La Paz.
La norma, que previamente fue aprobada por separado en las cámaras de Diputados y Senadores, "la promulgo para que se tenga y cumpla como ley del Estado Plurinacional de Bolivia", dijo Copa en una ceremonia que contó con la presencia de parlamentarios de la oposición y contempla la celebración de los comicios pese a la cuarentena total vigente desde el 22 de marzo para mitigar el avance de Covid-19.
La promulgación de dicha ley por parte de la presidenta del Legislativo fue decidida luego que Áñez rechazara la convocatoria a comicios generales: "En defensa de la vida y la salud de los bolivianos, rechazo las elecciones que ha convocado el MAS (Movimiento Al Socialismo)", escribió en su cuenta de Twitter.
Quién es Luis Arce, heredero de Evo Morales y padre del "milagro económico" boliviano
La norma fue aprobada este jueves por el Senado, luego de recibirla de la Cámara de Diputados, que la aprobó un día antes. En ambos cuerpos legislativos el MAS dispone de amplia mayoría. El senador del MAS Omar Aguilar celebró el resultado de la votación ya que seguir el curso del proyecto de ley del TSE significaba "prorrogar" el actual Gobierno de Áñez.
Por su parte, el senador de Unidad Democrática (UD) Óscar Ortiz, según el diario boliviano La Razón, criticó esta decisión pues se trata de una "absoluta irresponsabilidad", teniendo en cuenta que en los próximos meses Bolivia "experimentará el pico más alto de la pandemia". "Hay que hacer elecciones cuando no sean un riesgo de salud. La salud es lo primero", tuiteó Áñez.
Con los comicios, Bolivia aspira a zanjar la crisis política en la que se encuentra inmersa por las "irregularidades" detectadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre. Morales dimitió el 10 de noviembre en medio de una ola de violencia que dejó más de 30 muertos. Actualmente, se encuentra en Argentina en calidad de asilado.
Áñez asumió temporalmente después que las elecciones de octubre de 2019 fueron anuladas por irregularidades que desataron violentas protestas contra Morales, ahora asilado en Argentina, quien se había declarado ganador pero acabó dimitiendo en noviembre tras casi 14 años en el poder. En la última encuesta de mediados de marzo de la firma Ciesmori, Luis Arce, delfín de Morales, mantenía el primer lugar de la intención de voto con 33,3%, seguido a gran distancia por el expresidente centrista Carlos Mesa con 18,3% y la mandataria interina de derecha Áñez con 16,9%.
DS