El Vaticano recibirá a doce sacerdotes católicos deportados de Nicaragua
Luego de estar presos por criticar al gobierno de Daniel Ortega, el grupo de clérigos fue liberado y enviado a la Santa sede católica.
El Vaticano |
CEDOc
El Vaticano confirmó el jueves que acogería a 12 sacerdotes católicos liberados de su detención en Nicaragua tras llegar a un acuerdo con el gobierno de Daniel Ortega.
En medio de una relación conflictiva, el Vaticano confirmó que recibirá a los doce sacerdotes y detallaron que “serán recibidos por un funcionario de la Secretaría de Estado por la tarde y alojados en algunas instalaciones de la diócesis de Roma", ampliaron.
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Según trascendió, el grupo de clérigos habían sido condenados a prisión tras criticar al gobierno de Daniel Ortega.
Entre los sacerdotes deportados a la santa sede no figura el nombre del obispo Rolando Álvarez, quien, por segunda vez, eligió la prisión antes que el exilio, según confirmaron autoridades del Vaticano.
Relaciones conflictivas
El vínculo entre la iglesia y el gobierno de Nicaragua continúa de mal en peor. En marzo, Ortega amenazó con suspender los lazos con el Vaticano luego que el Papa Francisco definiese su gobierno como una “dictadura grosera”.
En aquella oportunidad el sumo pontífice señaló: “Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige” en una clara referencia al presidente Daniel Ortega.
Ante la consulta del Vaticano por los cargos que enfrentaron sus representados, el gobierno de Centroamérica señaló que “habían sido procesados por diversas razones”, sin especificar cuáles eran.
De la consulta realizada por la Santa sede tampoco respondieron los cargos que enfrentaron los sacerdotes ni aclaró cuántos estaban encarcelados o bajo arresto domiciliario.
Opiniones externas
Según publicaron medios opositores al gobierno de Nicaragua, los sacerdotes deportados a Roma eran “presos políticos” que habían sido detenidos por criticar al gobierno de Ortega y apoyar las protestas contra sus políticas en 2018.
En aquella oportunidad, las protestas y la posterior represión del gobierno dejaron como saldo 300 víctimas fatales. De los 6,3 millones de habitantes de Nicaragua, la mitad son católicos.
Ante las acusaciones de los medios extranjeros que cubrieron las protestas, Daniel Ortega definió el hecho como un golpe promovido por Washington; lo que provocó una condena internacional generalizada.
Mientras que Daniel Ortega intenta desligarse de responsabilidades, Estados Unidos y la Unión Europea mantienen sanciones contra el gobierno de Managua.
Decisiones dictatoriales
De su regreso al poder en 2007, tras derrocar a Somoza, Daniel Ortega encarceló o exilió disidentes ideológicos y rivales políticos.
Entre las decisiones más polémicas desde su asunción, se destaca la eliminación del límite de mandatos presidenciales. Ortega, en la actualidad, tiene el control total de todas las ramas del Estado.
Álvarez, el obispo "traidor"
El obispo de Matagalpa, Rolando José Álvarez Lagos, fue sentenciado a 26 años de prisión luego de negarse a abordar un avión junto a 222 presos políticos que los transportaba hacia Estados Unidos.
El gobierno de Daniel Ortega decidió despojarlo de su nacionalidad y ciudadanía nicaragüense. Previo a su encierro, Álvarez había criticado abiertamente restricciones a la libertad religiosa.
