Líderes de la Unión Europea despidieron este viernes con una larga ovación de pie a Angela Merkel, en su última cumbre europea, que abordó un tema en el que la líder alemana supo asumir un difícil y costoso en términos políticos liderazgo: la migración.
En la breve ceremonia de despedida, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que las cumbres de la UE “sin Angela son como Roma sin el Vaticano o París sin la Torre Eiffel”.
Dirigiéndose a la líder alemana, Michel le aseguró que “su despedida de la escena europea nos toca políticamente, pero también nos llena de emoción. Usted es un monumento”.
Luego puso en evidencia tres características de la dirigente alemana: “Curiosidad científica, intelectual y simplicidad”.
Al llegar a la sede del Consejo Europeo para la segunda jornada de una cumbre de la UE, líderes europeos rindieron homenaje a la dirigente alemana.
“Es alguien que durante 16 años marcó realmente a Europa y nos ayudó, a los 27 (países del bloque), a tomar las decisiones correctas con mucha humanidad en momentos difíciles”, dijo el primer ministro belga, Alexander de Croo.
La salida de escena de Merkel “dejará un gran vacío, porque es alguien que lleva tanto tiempo en el cargo y que ha tenido una gran influencia en el desarrollo de la Unión Europea”, añadió su colega austríaco, Alexander Schallenberg, para quien Merkel “era un remanso de paz dentro de la UE”.
También el ex presidente de Estados Unidos, Barak Obama, se unió a los dirigentes que homenajearon a Merkel al término de su última cumbre europea. “Gracias a ti, afirmó en un videomensaje publicado por Michel en Twitter, el mundo resistió muchas tormentas. Muchas personas, muchachos y muchachas, hombres y mujeres, tienen un modelo que seguir al que mirar en los momentos difíciles. Lo sé porque soy uno de ellos”.
“Tuve el privilegio de poder recurrir a tu colaboración para superar una serie de crisis que enfrentaron nuestros ciudadanos y estoy feliz de haberme vuelto tu amigo; te vi guiarte por el buen humor, el sabio pragmatismo y una inexorable brújula moral para tomar decisiones difíciles durante muchos años”, subrayó el 44° presidente de Estados Unidos.
Obama se dijo “orgulloso” de haber honrado a la canciller con una Medalla de la Libertad, el mayor honor civil que otorga su país, en 2010, por “el empeño en lo que la alianza entre Estados Unidos, Alemania y Europa puede significar para el mundo”.
Obama subrayó que hay “poquísimos dirigentes políticos que pongan sus principios por encima de cualquier definición de interés personal”, y agregó que el pueblo alemán y el mundo tienen una “deuda de gratitud” hacia la canciller.
De críticas a elogios. La canciller alemana es “una gran política, y probablemente fue un factor estabilizador que se necesita urgentemente en situaciones muy complicadas”, apuntó por su parte la primera ministra de Lituania, Ingrida Simonyte, quien expresó su “enorme respeto” por Merkel.
A su vez, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Be-ttel, señaló que Merkel “era una máquina para asumir acuerdos. Cuando las cosas no marchaban todavía teníamos a Angela. Por lo general, siempre encontraba algo que nos uniera y nos permitiera ir más allá”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había subrayado recientemente cómo el espíritu analítico de Merkel, de quien fue ministra, había sido crucial para desbloquear las a veces interminables negociaciones europeas.
La retirada de Merkel del escenario político europeo despierta temores sobre un vacío dentro de la UE ante desafíos como la reconstrucción económica postpandemia, el cambio climático o incluso afirmación de su papel geopolítico frente a Estados Unidos y China.
Merkel había sido criticada por la actitud de su gobierno durante la crisis de la Eurozona tras el colapso financiero mundial de 2008-2009. Sin embargo, luego fue aclamada por su respuesta a la crisis migratoria a mediados de la década de 2010, la gestión del Brexit, y su papel en la definición de una deuda común para el bloque como forma de enfrentar la pandemia.
*AFP