Como en 2009, cuando premió a Barack Obama apenas nueve meses después de que asumiera el poder, el Comité Noruego Nobel quedó en el ojo del huracán luego de otorgar esta semana el galardón de la Paz a la Unión Europea.
Dirigentes políticos y editorialistas noruegos piden la renuncia del presidente del Comité, Thorbjorn Jagland, a quien acusan de haber convertido el organismo que entrega el Nobel en un espacio de lobby y favoritismo.
Ocurre que Jagland, ex premier laborista de Noruega, es además secretario general del Consejo de Europa. Asumió en el cargo en septiembre de 2009, unos meses después de que lo designaran como presidente del Comité.
Se lo conoce por sus posiciones europeístas y fue uno de los principales impulsores del frustrado ingreso de Noruega a la UE. Aunque el Consejo europeo no depende del bloque comunitario, ambas organizaciones forman parte del mismo proyecto de integración, lo que hace pensar que Jagland no habría actuado con independencia al premiar a la UE.
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