Así como la pandemia de coronavirus mostró que los “machotes” que gobiernan autocráticamente no eran capaces de enfrentarla con la eficacia que mostraron muchas mujeres, la ola de protestas contra el racismo que sacude a Estados Unidos ha colocado los reflectores sobre varias alcaldesas negras que se atreven a desafiar la brutalidad policial en sus distritos.
En los últimos días, varias de esas jefas de gobierno locales, como las de Washington DC, Chicago, San Francisco o Atlanta, estuvieron entre las más firmes al comprometerse con poner fin a los abusos de las fuerzas policiales contra la minoría afroamericana.
La alcaldesa de la capital del país, Muriel Bowser, desafíó al propio Donald Trump, por haber ordenado el despliegue de los soldados de la Guardia Nacional durante la marcha de protesta del sábado pasado, para reforzar la seguridad de la Casa Blanca y detener a manifestantes.
Masivas marchas contra el racismo en Estados Unidos
A escasos metros de la residencia presidencial, Bowser mandó pintar un gran mural amarillo con el mensaje “Black lives matter” (Las vidas negras importan), el lema que une todas las protestas desde la muerte de George Floyd, el 25 de mayo.
La calle que eligió Bowser para pintar no sólo termina en la Casa Blanca, sino que fue el escenario de una violenta represión policial contra manifestantes pacíficos para permitirle a Trump llegar hasta una iglesia cercana y sacarse una foto con una Biblia en la mano.
"La sección de la calle 16 frente a la Casa Blanca ahora se llama oficialmente 'Black Lives Matter', dijo la alcaldesa, demócrata. “Queremos llamar la atención para garantizar que nuestra nación sea más igual y justa y que las vidas negras y la humanidad negra sean importantes”, agregó al inaugurar el nuevo nombre de ese tramo de la calle.
“No todos los defensores de la minoría negra compartieron su decisión. La oficina local de la organización Black Lives Matter la acusó de impulsar el nuevo nombre como “una distracción de los cambios políticos reales” que se necesitan, entre ellos el de reducir los recursos de la policía para dedicarlos a políticas de promoción social de la comunidad afroamericana.
Otra de esas jefas comunales que ha ganado notoriedad es la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, que lleva dos años en el cargo, y que este domingo dijo sentir “asco” luego que Trump usara el nombre de George Floyd para elogiar los últimos datos de empleo en el país, que sorprendieron por lo positivo.
“Ojalá que George nos esté mirando ahora mismo desde arriba, estará diciendo que esto es algo muy bueno para nuestro país. Es un gran día para él, un gran día para todos”, dijo el presidente al anunciar los datos, el sábado.
Para Lance Bottoms, las palabras de Trump “muestran que es incapaz de mostrar algún tipo de empatía. Siempre se equivoca, una y otra vez, y creo que tenemos que dejar de esperar algo de él”.
Lance Bottoms inclusive participó de las protestas en su ciudad. En una de ellas pidió un megáfono y recordó a los manifestantes que ella hoy podía ser alcalde “gracias a mi ancestros esclavos negros”, y que ver la muerte de Floyd le había dolido como si fuera hijo suyo.
Video: así fue la brutal detención de George Floyd que terminó en su muerte
“Soy madre de cuatro hijos negros en los Estados Unidos, uno de ellos de 18 años. Cuando vi el asesinato de George Floyd, me dolió como si fuera su madre”, afirmó la política, que despidió a dos policías por exceso de violencia durante las protestas.
Otra de las mujeres negras que gobiernan ciudades de más de cien mil habitantes –que representan apenas el cinco por ciento del total de alcaldes del país- es la alcaldesa de San Francisco, London Breed, a quien la policía de la ciudad que gobierna le mató un primo, en 2006, lo que la hizo dedicarse a la militancia pública.
“Sí, soy la alcaldesa, pero primero soy una mujer negra”, dijo Breed en un discurso que dio por televisión al comenzar las protestas, en el que aseguró estar “dolida y cansada” de ver negros morir a manos de policías. San Francisco es una de las ciudades donde los especialistas consideran que se están dando pasos positivos para reducir la brutalidad policial.
Finalmente, también se destacó en los últimos días Lori Lighfoot, la primera alcaldesa negra y gay de los Estados Unidos, en 2019, que maneja los destinos de una ciudad enorme como Chicago. Lighfoot consideró “imposible” no tomar el asesinato de Floyd como algo personal. “Ser negro en los Estados Unidos no debe ser una sentencia de muerte”, proclamó.