Estados Unidos y China preparan el camino para una reunión entre Biden y Xi Jinping
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan; y el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, se reunieron en Tailandia para bajar tensiones y tratar la situación de Taiwán, entre otros temas delicados. El objetivo final de la cumbre fue preparar el terreno para un futuro encuentro entre los presidentes de ambas superpotencias, que continuarían así las conversaciones que iniciaron en noviembre del año pasado en California.
Encuentro. La charla entre los representantes fue “franca y sustancial”, según Beijing. |
afp
Agencias
China y Estados Unidos mantuvieron en Bangkok, Tailandia, conversaciones calificadas de “francas” y “sustanciales” por Beijing, que se centraron en los temas sensibles de Taiwán y los ataques de los hutíes de Yemen en el mar Rojo.
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi; y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, hablaron durante doce horas repartidas en dos días, reveló ayer una alta funcionaria de la Casa Blanca. La estadounidense afirmó que el encuentro debería dar lugar a una llamada en la primavera boreal entre los presidentes Xi Jinping y Joe Biden, que se reunieron personalmente en California, a fines del año pasado.
“Acabo de terminar dos días de reuniones con el director Wang Yi en Bangkok para dar seguimiento a la Cumbre de Woodside entre el presidente Biden y el presidente Xi en noviembre pasado”, publicó Sullivan en sus redes sociales.
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En el mismo tono, la Casa Blanca dijo que el encuentro era “parte de los esfuerzos para mantener líneas de comunicación abiertas y gestionar responsablemente la competencia” entre ambas potencias. Beijing y Washington han mantenido disputas en los últimos años por cuestiones como la tecnología, el comercio, los derechos humanos, el estatus de Taiwán o la soberanía del mar de China Meridional. Tras un período particularmente tenso a principios de 2023, los dos gobiernos se muestran dispuestos a continuar el diálogo, pero las áreas de fricción persisten.
El mayor desafío. El tema más delicado sigue siendo Taiwán, la isla separatista que China considera parte de su territorio. Beijing acusa a Estados Unidos de ser el principal proveedor de armas y el principal apoyo de las autoridades taiwanesas.
“El mayor desafío para las relaciones chino-estadounidenses es el movimiento que defiende la independencia de Taiwán”, subrayó Wang Yi a Sullivan. “Estados Unidos debe implementar concretamente su compromiso de no apoyar la independencia de Taiwán y respaldar la reunificación pacífica de China”, añadió el ministro.
Las elecciones presidenciales de Taiwán, celebradas el 13 de enero, tensaron aún más los lazos entre las dos potencias. Las autoridades chinas criticaron duramente al presidente electo, Lai Ching-te, de un partido que ha hecho campaña por una separación formal de Taiwán de China, mientras que Washington felicitó al pueblo taiwanés. Sullivan “destacó la importancia de mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, según el comunicado de prensa de la Casa Blanca.
Irán. Estados Unidos pidió a China que utilice su “influencia” sobre Irán para detener los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Teherán, contra navíos en el mar Rojo, informó ayer una alta funcionaria de la Casa Blanca. “Beijing afirma que evoca el tema con Irán, pero miramos lo que ocurre en los hechos, y estos ataques parecen continuar”, explicó la representante estadounidense.
Durante las conversaciones celebradas desde el viernes los dos países también reafirmaron su deseo de mantener un diálogo sobre inteligencia artificial y saludaron los avances en la cooperación en la lucha contra las drogas.
