El Comité de Operaciones de Seguridad y Protección de la FIFA instruyó a la Policía de Qatar para que "no traten a las mujeres como delincuentes" si denuncian haber sido víctimas de una violación o de agresión sexual. Además, solicitaron que las mujeres embarazadas tampoco enfrenten "ninguna acusación" de este tipo.
El documento oficial difundido por el organismo perteneciente a la Federación Internacional de Fútbol Asociación describe cómo los oficiales deben responder a varios escenarios durante la Copa del Mundo. Esto recordó al caso de la funcionaria mexicana que enfrentó una sentencia de 100 latigazos y siete años de prisión por “sexo extramatrimonial” después de denunciar haber sido abusada.
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Con respecto a las embarazadas que requieren atención médica, el comunicado afirma que deben recibirla "independientemente de las circunstancias y no enfrentarán ninguna acusación". Debido al estricto código islámico de Qatar, pueden ser consideradas "sospechosas" si no están casadas.
Así, la FIFA solicita que la "respuesta policial" a varios comportamientos de "delitos" que normalmente conducirían al arresto debe ser tolerante. En otro de sus puntos, dice que las personas que "llevan el arcoíris u otras banderas de identidad sexual" y quienes "muestren signos de afecto" no deben ser abordadas, detenidas ni procesadas
También afirmaron que no deberían tomarse "medidas drásticas" con la vestimenta de hombres o mujeres, pero a cualquiera que se desnude para revelar las "partes íntimas del cuerpo" se le puede exigir que se vuelva a poner la ropa.
En tanto, las investigaciones en las que se basan las recomendaciones han demostrado que el riesgo de violencia sexual aumenta significativamente en los principales eventos deportivos.
A los fanáticos también se les permitirá hacer "marchas espontáneas en calles y centros comerciales" y pueden pararse en "mesas/sillas/bancos y cantar una canción" en público sin temor a ser procesados. Incluso se permitirá estar ebrios en la vía pública, pero cualquiera que esté gravemente borracho puede ser llevado a lo que se conoce como una "carpa aleccionadora".
El Comité Supremo de Qatar comunicó que está "al tanto" del documento, pero que aún "no fue desarrollado ni aprobado por ninguna otra entidad del Estado de Qatar".
Los casos de una ciudadana mexicana y otra holandesa
En junio del año pasado, la ciudadana mexicana Paola Schietekat, de 28 años, trabajaba en Qatar para el comité organizador de la Copa del Mundo cuando acusó haber sido agredida sexualmente por un colega que irrumpió en su departamento.
Cuando denunció el incidente a las autoridades, respondieron acusándola a ella de tener una aventura por el delito de “sexo extramatrimonial”, que es ilegal en ese país y se castiga con hasta siete años y 100 latigazos. El hombre fue absuelto de los cargos porque "no había cámaras" que lo mostraran, pero ella siguió acusada y sus abogados le advirtieron que una forma de evitar una condena sería casarse con su presunto agresor.
Finalmente, Schietekat huyó del país y este año un juez de Qatar decidió desestimar el caso en su contra.
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En 2016, una mujer holandesa que habían ido de vacaciones a Qatar fue condenada por adulterio, con una pena en suspenso, luego de que denunciara haber sido abusada sexualmente.
La chica de 22 años fue deportada a los Países Bajos después de pagar una multa de 3.000 riyales (732 euros). En su presentación había indicado que asistió a una fiesta en Doha, donde fue drogada, y el joven acusado defendió su inocencia diciendo que la "relación fue consentida".
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