INTERNACIONAL
ESPAÑA

La tradicional "Tomatina" volvió a teñir de rojo las calles de Buñol

Durante una hora los participantes se arrojaron entre sí un total de 145.000 kilos de tomates.Fotos

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La tradicional Tomatina española volvió a teñir de rojo las calles de Buñol. | AFP

"¡Tomate, tomate!". Con este grito, miles de personas reclamaron en Buñol (Valencia) las "municiones" para inicial la tradicional batalla de tomates que este pueblo español celebra cada mes de agosto, una fiesta que en esta ocasión congregó a unas 20.000 personas. Cada vez más internacional, la tradicional "Tomatina" tiñó de rojo las calles de esta localidad de la provincia de Valencia, en la que durante una hora los participantes se arrojaron entre sí un total de 145.000 kilos de tomates repartidos por siete camiones.

Mientras los asistentes convirtieron el pueblo en una batalla campal, los organizadores de la fiesta se encargaron de repartir los tomates por calles y plazas. "Lo pasamos divinamente y animamos también a la gente", explicó una de ellos, Marta Pérez. "Hay muy buen ambiente y no ha habido ningún incidente", confirmó la alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa.

La Tomatina de Buñol se remonta al año 1945. Aunque su origen no está del todo claro, todo apunta a que comenzó como una improvisada batalla de tomates entre un grupo de jóvenes en la plaza del pueblo. Con el paso de los años, fue atrayendo cada vez a más público, hasta lograr la fama internacional que hoy tiene. En ella participan cada año personas de diferentes nacionalidades, entre ellas, británicos, japoneses, estadounidenses o australianos.

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En esta ocasión, Buñol invitó a la fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional, a los embajadores de Lituania y Bangladesh en representación "de la cantidad de países" interesados por la fiesta. Ante la enorme afluencia, que aumenta cada año, el Ayuntamiento de la localidad decidió en 2013 limitar reducir el número habitual de participantes por motivos de seguridad. Desde entonces, para acceder a la batalla es necesario comprar una entrada.

La preocupación en España por los posibles abusos en fiestas populares también estuvo presente en la Tomatina. La Guardia Civil española puso en marcha en esta ocasión una aplicación con la que los usuarios pueden alertar en tiempo real de cualquier percance, incluídas agresiones sexuales. Además, colectivos feministas instalaron un punto de atención en Buñol para atender a víctimas en caso de acoso o agresión.