Francia atraviesa una intensa ola de calor que reavivó nuevos incendios forestales por lo que varias zonas debieron ser evacuadas, y una sequía preocupante para el sector agrícola. En julio fue el más seco registrado en el país desde 1961, y se esperan con ansia las lluvias para el fin de semana.
Ocho importantes focos de incendio se mantenían vivos este jueves en el territorio francés, incluidas zonas prealpinas, al borde del mar en el suroeste, en el centro montañoso.
En Gironda (suroeste) las llamas ya quemaron seis mil hectáreas. Hace un mes, esa región boscosa frente al Atlántico ya había sufrido la pérdida de catorce mil hectáreas. Diez mil personas tuvieron que ser evacuadas, algunas por segunda vez en lo que va del verano.
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El alcalde de la localidad de Moustey, Vincent Ichard, dijo que "la población está preocupada pero mantiene la disciplina. De todas maneras hay un sentimiento de hartazgo, esto es demasiado", declaró a la AFP. En esa zona del departamento de las Landas tuvieron que ser evacuados 250 de sus 680 habitantes.
En total se han quemado más de 40 mil hectáreas este año en Francia, según las autoridades, mientras que las mediciones vía satélite arrojan la cifra de hasta 50 mil hectáreas.
Seis países de Europa asisten a Francia por los incendios
Ante esto, cuatro aviones de la flota de la Unión Europea (UE) contra incendios fueron enviados a Francia desde Grecia y Suecia, y equipos de bomberos de Alemania, Polonia, Austria y Rumanía están en camino, en respuesta a una solicitud de asistencia del gobierno francés.
"La Unión Europea es totalmente solidaria cuando un país está confrontado a una situación de emergencia", subrayó en un comunicado el comisario europeo encargado de la gestión de crisis, Janez Lenarcic.
"¡La solidaridad europea está en marcha!", celebró el presidente francés, Emmanuel Macron, en Twitter.
Francia: el mes más seco desde 1961, olas de calor y sequía
Julio fue el mes más seco desde marzo de 1961, y Francia lleva en lo que va de verano tres olas de calor. Las temperaturas multiplican la media anual de los 15 años precedentes, como en España, y el fuerte calor estival afecta también a Alemania y Portugal.
Si bien no volvió a superar los 40 ºC –como sucedió en julio– 18 departamentos de Francia están en alerta naranja, y para este viernes se prevé que el termómetro marque los 35 ºC.
Las lluvias, esperan, empezarán a caer a partir del suroeste el domingo, según las previsiones meteorológicas.
Además de la falta de agua y de los incendios, las autoridades y los agricultores se muestran preocupados por el impacto en las cosechas.
El maíz, que conquistó a Francia en la década de 1970, requiere mucha agua de forma regular, y es esencial para el ganado. Además, el país es el primer exportador europeo de maíz, y dedica alrededor del 10% de su superficie agrícola utilizable a ese cultivo.
"Para culminar su ciclo de crecimiento y lograr una producción rentable, necesita agua en julio y agosto, los meses donde menos agua hay en Francia", explica Agnès Ducharne, investigadora del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés)
Las vendimias también se vieron alteradas: tuvieron que adelantarse varias semanas en regiones como la isla de Córcega o el Rosellón, donde los agricultores ya comenzaron a cortar las cepas.
AG CP