AFP
Colonia
La imponente catedral de Colonia fue ayer el solemne escenario del funeral de las 150 víctimas del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo, al parecer por decisión del copiloto, Andreas Lubitz, que sufría problemas psiquiátricos.
La ceremonia ecuménica contó con la presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, que no hizo uso de la palabra, y del presidente alemán, Joachim Gauck, entre otras autoridades.
“Seguimos estando enormemente conmocionados”, declaró Gauck ante 1.400 personas, en su mayoría vestidas de negro, incluidos 500 allegados de los fallecidos, así como el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, reunidos en la mayor catedral gótica del norte de Europa.
Sobre cada asiento se dispuso una pequeña cruz de madera y 150 cirios blancos decoraban el coro, uno por cada víctima del incidente, incluido Lubitz, que padecía problemas psiquiátricos y que, según los primeros elementos de la investigación, es sospechoso de haber estrellado voluntariamente el avión.
Según la radio Deutsche Welle, los padres del copiloto habían sido invitados a la ceremonia pero declinaron la invitación.
Pavor y cólera. “Muchas personas en el país sintieron una terrible y pesarosa mezcla de sentimientos: un pavor increíble, la estupefacción y el duelo que se convirtió en cólera para muchos”, continuó Gauck, quien además es pastor luterano, y mencionó la incomprensión suscitada por este “acto voluntario”. Tanto Gauck como Merkel se sentaron en primera fila, con el rostro serio. Los presidentes de las cámaras alta y baja del Parlamento alemán estaban también presentes mientras que las banderas ondeaban a media asta en todo el país.
El acto comenzó a las diez de la mañana y alternó durante dos horas homenajes, cantos, música y rezos. Un grupo del instituto de Haltern am See, el pequeño pueblo que perdió en la catástrofe a 16 alumnos y dos profesoras que estaban de viaje escolar, tocó música de la película La lista de Schindler. Fernández Díaz rindió homenaje a los profesionales que actuaron en el lugar del siniestro.
El 24 de marzo, el Airbus A320 de Germanwings, que se dirigía desde Barcelona hacia Dusseldorf, se estrelló en los Alpes franceses, dejando 150 muertos, entre ellos, 72 alemanes, cincuenta españoles y tres argentinos.
Pilotos turcos, a casarse
El director general de Turkish Airlines recomendó a sus pilotos solteros que se casen rápidamente, recordando el siniestro del avión de Germanwings atribuido a un gesto deliberado de su copiloto, aquejado de problemas psiquiátricos. “Pensamos que el accidente se produjo porque el copiloto que lo provocó había roto con su novia. Así que, por favor, queridos amigos, aconsejamos a nuestros pilotos solteros que se casen”, dijo Temel Kötil ante una nueva promoción de pilotos del centro de formación de Turkish Airlines.
“El modo de vida de los pilotos, ya sean hombres o mujeres” es de una importancia considerable, concluyó Kötil.