La inhabilitación electoral del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva implicó un barajar y dar de nuevo en la campaña presidencial en Brasil. Su sucesor, Fernando Haddad, trepó hasta el segundo lugar en las encuestas, con el 13% de intención de voto, mientras que el laborista Ciro Gomes, quien también fue ministro de Lula y disputa el voto de la izquierda, igualó los números del postulante del Partido de los Trabajadores. La pelea no es menor: Haddad y Gomes buscan un resultado el 7 de octubre que les permita pasar a segunda vuelta, donde el ultraderechista Jair Bolsonaro parece ser el rival a vencer.
Los dos fueron los candidatos que más crecieron en las encuestas tras la salida de la campaña del carismático ex presidente, que fue inhabilitado porque purga una condena a 12 años y un mes de prisión. La intención de voto de Haddad saltó nueve puntos desde agosto, mientras que la de Gomes subió tres, del 10% al 13%. El ex alcalde de San Pablo subió del quinto al segundo lugar entre los favoritos, y el candidato del Partido Democrático Laborista (PDT) pasó de la tercera a la segunda posición. El PT busca transferir la máxima cantidad de votos posible de Lula a Haddad. “Mi voz es la voz de Haddad”, expresó el líder en una carta escrita en la cárcel de Curitiba.
Gomes, ex gobernador del estado de Ceará, intensificará su campaña en el nordeste y norte del país, las regiones más pobres y los máximos bastiones electorales de Lula. Según publicó ayer Folha de S. Paulo, Haddad trepó hasta el 20% de intención de voto en el Nordeste, mientras que Ciro alcanza el 18%. Decidido a detener la transferencia de votos, Gomes endureció su discurso contra el delfín de Lula, a quien señaló como una “marioneta” de su jefe político, sin capacidad para enfrentar a Bolsonaro. “Haddad no conoce Brasil, no tiene experiencia, no tiene la garra necesaria en este momento difícil en que el país se ve amenazado por un fenómeno protofascista”, dijo Gomes.