INTERNACIONAL
presión sobre las universidades

Harvard da pelea y demanda al gobierno de EE.UU.

Las autoridades de la prestigiosa universidad presentaron un recurso ante la Justicia para evitar que se haga efectiva la orden del presidente Donald Trump que le impide matricular a estudiantes extranjeros. Una jueza ya hizo lugar al pedido y bloqueó la medida oficial. En el escrito se denuncia que hay un intento del gobierno de controlar la ideología de profesores y estudiantes. La Casa Blanca acusa a Harvard de actitudes antisemitas y de respaldar a Hamas por las recientes manifestaciones antiisraelíes. También de impulsar una ideología liberal progresista que va en contra de Estados Unidos.

24_05_2025_universidad_afp_g
Universidad. La pérdida de estudiantes extranjeros podría resultar muy costosa para Harvard, ya que es uno de sus principales ingresos. | afp

La prestigiosa universidad de Harvard decidió enfrentar judicialmente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien le había impedido matricular y acoger estudiantes extranjeros. La escalada dejó al descubierto la fuerte polarización política e ideológica que divide al país.

Las autoridades de Harvard demandaron ayer al gobierno nacional y se mostraron dispuestas a llevar la pelea hasta las últimas instancias. Este es “el último acto del gobierno en clara represalia por el ejercicio de los derechos de Harvard, amparados por la Primera Enmienda, al rechazar las exigencias del gobierno para controlar la gobernanza, el currículum y la ‘ideología’ de su profesorado y estudiantes”, afirma la demanda presentada ante el tribunal federal de Massachusetts.

Una jueza federal se hizo eco de la postura de Harvard y bloqueó la medida gubernamental. La magistrada Allison Burroughs dictó una orden de restricción contra el Poder Ejecutivo, respondiendo rápidamente a la moción de la Universidad.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Harvard ha demostrado que, a menos que su petición de restringir temporalmente (la orden de Trump) sea aceptada, sufrirá un daño inmediato e irreparable”, apuntó la jueza. Burroughs fijó además para el próximo 27 de mayo una audiencia sobre el caso a la que deberán acudir representantes de ambas partes.

El presidente de Harvard, Alan Garber, condenó la “acción ilegal e injustificada” del gobierno estadounidense. “Pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos de Harvard y funciona como advertencia para innumerables personas de universidades de todo el país que han venido a EE.UU. para continuar su educación y cumplir sus sueños”, señaló.

La medida del gobierno. El jueves, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, revocó la capacidad de la Universidad de Harvard para matricular a extranjeros, amenazando el futuro de miles de estudiantes.

El presidente Donald Trump está furioso con Harvard, de donde han salido 162 premios Nobel, por rechazar su exigencia de que se someta a supervisión en materia de admisiones y contrataciones. Para el mandatario, la universidad es un foco de antisemitismo e ideología liberal progresista.

Noem acusó a Harvard de perpetuar “un ambiente inseguro en el campus, hostil a los estudiantes judíos”. Además, dice que la universidad “promueve simpatías pro-Hamas (el movimiento terrorista palestino de Gaza), y emplea políticas racistas de diversidad, equidad e inclusión”.

“Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”, dijo Noem en la red social X, en la que también acusa a la prestigiosa universidad de “coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus”.

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump intenta poner de rodillas a muchas universidades con recortes de financiación federal, eliminación de exenciones fiscales y revocación de visados de estudiantes extranjeros.

Su administración ya amenazó con revisar 9 mil millones de dólares de financiación gubernamental a Harvard, congeló una primera partida de 2.200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones de dólares en contratos oficiales, y deportó a un investigador de la Facultad de Medicina de esa universidad.

La pérdida de estudiantes extranjeros –que representan el 27,2% de los 30 mil alumnos– podría resultar costosa para Harvard, que cobra decenas de miles de dólares anuales en matrícula. La matrícula en Harvard cuesta 59.320 dólares, y puede ascender a 87 mil con el alojamiento.

La medida llega una semana antes de la graduación de miles de alumnos de esta universidad. El veto a los estudiantes extranjeros se dio mediante la revocación a Harvard de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (Sevis), que permite a los estudiantes extranjeros estudiar en Estados Unidos.

La revocación impedirá a la universidad recibir a estudiantes internacionales con visados de no inmigrante F o J para el curso académico 2025-2026.

Estudiantes chinos. Noem declaró que el gobierno “responsabiliza a Harvard por fomentar la violencia, el antisemitismo y la coordinación con el Partido Comunista Chino en su campus”.

Los estudiantes chinos representan más de una quinta parte de la matrícula internacional de Harvard, según cifras de la universidad, y Beijing afirmó que la decisión “solo dañará la imagen y la posición internacional de Estados Unidos”.

“La parte china se ha opuesto sistemáticamente a la politización de la cooperación educativa”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning.

Los líderes de la sección de Harvard de la Asociación de Profesores Universitarios calificaron la decisión como “la última de una serie de medidas abiertamente autoritarias y de represalias contra la institución de educación superior más antigua de Estados Unidos”.

La princesa heredera belga, una estudiante afectada

Agencias

La princesa heredera de la corona belga, Isabel, hija mayor del rey Felipe, es una de las estudiantes extranjeras de la universidad estadounidense de Harvard, cuya situación quedó bajo un manto de incertidumbre ante las nuevas normas del gobierno de Donald Trump.

La princesa belga, de 23 años, cursa una maestría en políticas públicas en la escuela Kennedy, de Harvard, y aún tiene un año para finalizar sus estudios.

Sin embargo, en la jornada el gobierno de Estados Unidos revocó el derecho de Harvard de autorizar la inscripción de estudiantes extranjeros.

Un vocero de la corona belga apuntó que el palacio real estaba “analizando” la situación para tener más claro el “potencial impacto” sobre el cuadro que se presenta para la princesa Isabel. “Aún pueden pasar muchas cosas entre el anuncio de la decisión y la aplicación efectiva. De cualquier forma, estamos siguiendo de cerca la situación”, dijo.